El borto y la aclaración (¿)
Los gobiernos democráticos - salvo que partido y candidato se alcen con el poder en base a un gran fraude electoral - son elegidos por una mayoría de la población, a la que deben atender, proteger y escuchar de modo preferente, aun cuando les asista la responsabilidad institucional de gobernar para todos, sin excluir a ningún sector.
De ahí el equilibrio, el tino y fino tacto que debe exhibir la figura que encabece la delicada función de primer mandatario, para rechazar recurrentes presiones y chantajes de sectores minoritarios que, conectados con agendas e intereses foráneos de los que reciben beneficios, pretenden imponerle normas y reglas que chocan de frente con valores, costumbres y tradiciones de nuestra sociedad. ¿Pero qué se han creído y hasta dónde quieren llegar con pervertidas intenciones y propósitos que atentan contra la unidad de las familias y los derechos de los padres a educar sus hijos? Se regó como pólvora, y puso en alerta y de pie a las iglesias y a distintos grupos religiosos , la versión de que en la próxima asamblea de la OEA del día 5 en Perú el embajador Josué Fiallo y la ministro de la Mujer, Mayra Jiménez, apoyarían una resolución favoreciendo el aborto en todas sus manifestaciones, redefinir el termino mujer y niña y quitar la potestad a los padres para educar a sus hijos (¿).Sabemos que el presidente Luis Abinader había desmentido la especie y calificado de “falsa” la misma a amigos que le escribieron o le llamaron preocupados por el tema. Pero no se había visto un desmentido o desautorización oficial al respecto, por lo que se temió que los dos funcionarios, como han hecho otros con asuntos delicados, como el migratorio, se pasaran de “contentos “dando un voto favorable, y metieran al país y -al gobierno, que no quiere “ruidos”- en un berenjenal innecesario. Los que juegan con candela siempre amagan, y si no fue del rio, de algún lado salió ese sonido (¿). Diputados de distintos partidos salieron al frente, tras el trueno de católicos y del pastor Ezequiel Molina, que le dijo los dos funcionarios que la Republica Dominicana no apoya el aborto ni la ideología de género; que el pais es cristiano, que ellos no son la Republica, que no se atrevan, porque la Iglesia tiraría los cristianos a la calle. No será necesario, porque la Cancillería hizo una muy oportuna y buena aclaración:“ Negamos categóricamente” que en el marco de la asamblea de la OEA de la próxima semana desde el pais “se esté impulsando alguna iniciativa o planteamiento asociado al aborto, la reasignación de sexo o sobre género”. Eso tranquiliza y evita que a alguna gente le piquen las avispas e hinchen en mala parte (¿).