“Recetar y desrecetar”

La salud está rodeada de conflictos e intereses económicos. Así lo describe el Dr. Peter C. Gøtzsche, biólogo y profesor de la Universidad de Copenhague, en sus obras controversiales “Psicofármacos que matan y denegación organizada”, “Cómo sobrevivir en un mundo sobremedicado” y “Medicamentos que matan y crimen organizado”. En sus obras, el autor expone cómo se manipulan los ensayos clínicos para mostrar la eficacia de algunos fármacos, para luego lograr que los pacientes dependan de ellos de por vida, minimizando los efectos secundarios.

Joan Ramón Laporte Roselló, catedrático honorífico de Psicofarmacología en la Universidad de Barcelona y ex director general de la Fundación Instituto Catalán de Farmacología, refiere en el prólogo del libro de Gøtszche, cómo alegadamente se organiza la trama para favorecer la industria farmacéutica, haciendo uso de “extorsión, ocultamiento de información, fraude sistemático, malversación de fondos, violación de las leyes, obstrucción a la justicia, falsificación de testimonios, compra de profesionales sanitarios, manipulación y distorsión de los resultados de la investigación, alienación del pensamiento médico y de la práctica de la medicina, divulgación de falsos mitos en los medios de comunicación, soborno de políticos y funcionarios, corrupción de la administración del Estado y de los sistemas de salud”, para lograr lucro a expensas de ciudadanos indefensos que son convertidos en farmacodependientes de por vida. El autor describe en sus obras que los estudios indican una reducción de veinte años en la vida de los pacientes con esquizofrenia, por el uso constante de medicamentos antipsicóticos, que afectan el corazón (cardiopatías) y el metabolismo, entre otras enfermedades.

Las investigaciones realizadas por el Dr. Gøtszche, ponen de relieve “que los médicos parecen incapaces de controlar el uso de antipsicóticos, no pueden entender la paradoja de que los fármacos que pueden ser útiles para tratamientos cortos son muy peligrosos cuando su uso se extiende (…) ya que acaban generando en los pacientes las enfermedades que se supone que deberían aliviar, o incluso otras peores. En los años venideros, la psiquiatría debería hacer todo lo que pueda para recetar psicotrópicos en la menor medida posible, durante el menor tiempo posible, o dejar de recetarlos por completo”. Cada medicamento está acompañado de un texto que explica todas las características de uso, composición, contenido, conservación, contraindicaciones y posibles efectos secundarios del fármaco. No son muchos los pacientes que al recibir un tratamiento y adquirir los medicamentos leen el contenido del prospecto, lo que ocasiona trastornos que nada tienen que ver con la enfermedad que se pretende tratar o curar. Con frecuencia, el consumo de medicamentos para tratar una enfermedad, provoca daños en organos vitales sanos. De ahí que es imporante leer cuidadosamente todo el contenido del prospecto y tomar las precauciones necesarias al consumir cualquier tipo de medicamento, en un mundo sobremedicado, tal y como lo expone el Dr. Gøtszche.

Gøtszche indica que estudios realizados en Estados Unidos y Europa demuestran que el sobrediagnóstico y el sobretratamiento representan la tercera causa de muerte después de las enfermedades cardíacas y el cáncer en los países más ricos. Muchas de estas muertes son evitables, si se utilizan con mesura los medicamentos. Se dedican muchos esfuerzos y recursos a tratar el cáncer y las enfermedades del corazón y muy pocos recursos para prevenir las muertes por medicamentos.

Desde el surgimiento de las ciencias médicas, existe el término “receta”, sin embargo, fue en el año 2012 cuando en los textos científicos se empezó a usar el término “desrecetar”. En la base de datos de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, de más de 36 mil artículos donde aparece la palabra “recetar”, sólo en 213 aparece el término “desrecetar”. Gøtszche afirma que los médicos saben mucho de recetar medicamentos, pero poco o nada de cuándo parar. Por supuesto, muchos médicos son conscientes de los efectos que puede tener en un paciente la sobre medicación y tratan de indicar lo estrictamente necesario. La salud es algo serio, sin ella se nos va la vida. La medicina debe ser eficaz, debe curar nuestras enfermedades y dolencias, pero como la medicina es también uno de los negocios más grandes del mundo, de alguna manera ha impedido a los médicos hacer su trabajo con libertad. Este dilema lo paga el paciente y muchas veces con la vida. Hay que cambiar

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