Felices los que oyen
“Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”, Lucas 11:28.
El mejor tributo que podemos hacerle a la Biblia es oírla y guardarla. En la mente, en el corazón y en el alma.
No solo la tenemos en el centro del escudo, sino que la Ley 208-84 consagra el 27 de septiembre, Día Nacional de la Biblia.
Jesús devolvió el elogio a una mujer que le gritó desde la multitud: “Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste”. En Versión Popular, respondió Jesús: “Dichosos más bien quienes escuchan lo que Dios dice, y le obedecen”. Esos son los felices.