Opinión

Nonato

MONS. RAMÓN BENITO DE LA ROSA Y CARPIOSanto Domingo

Mi primer nombre viene precisamente del santo que hoy celebramos: san Ramón Nonato. Lo llevo con el mismo orgullo que sintió mi papá al ponérmelo en el año 1939. Quiero fijarme en la palabra “nonato”. Ramón, el santo que celebramos hoy, nació sin nacer. Su mamá murió cuando él todavía estaba en el vientre, y hubo que hacerle un parto para sacar al niño. Esa mamá, esa familia y la gente que lo rodeaba no tomaron la decisión de abortarlo. Hoy muchos hubieran aconsejado que lo abortaran, nos hubiéramos perdido de tal hombre. Sin llegar a las condiciones ni a la altura de Ramón Nonato, también mi madre, según las fórmulas de hoy, tenía el derecho de abortarme, y no lo hizo. Gracias, mamá, porque no me abortaste. Gracias porque yo soy un nacido, no un nonato.

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