Opinión

Paz interior

La paz interior parece imposible en estos tiempos de asesinatos, desfalcos e inseguridad y la moral se hace pedazos en la sociedad; pero aun así, Jesús ha asegurado a cada uno de nosotros poder experimentar la verdadera paz, “Mi paz os dejo, Mi paz os doy”.

¿Tuvo Jesucristo paz a pesar de los vejámenes y abusos que resistió a su paso por la vida terrenal?

¿Qué fuerza movía Su corazón frente a la traición, la vanidad y la injusticia con que fue juzgado? La explicación la encontramos en la conciencia del deber cumplido por el mandato divino de Su existencia.

Es necesaria la oportunidad de reflexionar con nuestra propia conciencia y así entender si estamos o no cumpliendo con nuestro deber de solidaridad, sin egoísmo y buena fe.

Debemos ganar esa paz interior con esfuerzo y sacrificio. La paz no se nos regala, debemos luchar para alcanzarla.

El mensaje de Su sacrificio debe primar en nuestras vidas para conseguir las metas que nos ofrecen la tranquilidad hacedora de paz.

La sinceridad de pedir ayuda a Jesús transforma dramáticamente nuestra existencia. Acoger a Cristo con fe en su testimonio es el camino para alcanzar la sublime paz interior que El nos brinda.

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