Inflación versus especulación
El tema más crucial en el orden económico mundial es la inflación. Este fenómeno que es causado tanto por factores internos como externos, afecta la disponibilidad monetaria de los consumidores en cuanto a sus necesidades y gastos. El concepto más generalizado de la inflación es el que se define como un alza en el nivel de precios de los bienes y servicios. La guerra entre Ucrania y Rusia ha sido un factor preponderante en el comportamiento de los precios de los alimentos y los combustibles. En la mayor economía del mundo que es la de Estados Unidos, la inflación interanual aunque se ubica en un 9,1%. Sin embargo, si usted le resta los precios de los alimentos y los combustibles, la inflación anualizada estaría en un 6.2%, según reportan agencias federales. Otra variable de mucha incidencia, es la ruptura de la cadena de suministros principalmente de las compras que provienen de China. En cuanto al mercado laboral, la economía estadounidense está creando dos puestos de trabajo por uno en desempleo y los salarios han crecido a casi 5,5%, según el índice de medición laboral de Goldman Sachs. El panorama en nuestro principal socio comercial, no es tan preocupante como se podría pintar. Los precios de la gasolina al público han comenzado a descender. No obstante, hay posibilidades de que Estados Unidos entre en una recesión económica aunque más moderada que la del 2007-2009 cuando estalló la crisis de las hipotecas y la quiebra de varios importantes bancos. A la vista, según expertos de la economía norteamericana, no sería esto - tal vez- un “huracán económico,” como ha vaticinado el destacado banquero Jamie Dimon, jefe del mayor banco estadounidense JP Morgan Chase. Los estímulos que dio el gobierno durante el período de la pandemia han contribuido a paliar y sirvieron de muro de contención al alza indeseada en los precios de bienes y servicios, entre otros ajustes monetarios. Si me preguntan cómo estamos los dominicanos ante este panorama alcista mundial, diríamos que la economía dominicana ha sido muy resiliente en los distintos periodos donde ha sufrido algún tipo de amenaza y debilidad. El gobierno también implementó un exitoso plan de compensación económica que abarcó a la gran mayoría de los sectores sensibles del país a los efectos dañinos del Covid-19. Asimismo, tomó rápidas medidas para contrarrestar el alza en los combustibles importados y neutralizó un incremento en los precios de la electricidad decretado súbitamente por entes oficiales competentes. Dónde veo la mayor preocupación no es en la inflación, sino en la especulación abierta e indiscriminada de muchos artículos y servicios, y que constituyen un desafío encubierto al Estado dominicano. Este brote especulativo amerita observancia y ejercerse mayor control y penalizar a quienes hacen de esas prácticas una fuente de enriquecimiento coyuntural e injustificado. ¿Es entonces en la especulación en los precios dónde radica la serpiente mefítica invisible de la economía dominicana? ¡Nos preguntamos!