Recordando a Edith Piaf
La pasión por vivir y amar de Edith Piaf resplandecía en sus grandes y luminosos ojos.
Era cantante de cabaret, la más célebre vedette de Francia, que alcanzó renombre mundial como símbolo del romanticismo. Triunfó por su voz desgarrada, emocionante, poderosa, sonora y palpitante, que a menudo arrancaba las lágrimas del público.
Piaf (gorrión en francés) anduvo de gira por muchos países de Europa y América, deleitando con sus inspiradoras canciones, algunas compuestas por ella misma, como la inmortal “La vie en rose” , uno de sus mayores éxitos de la postguerra (que dio nombre a una película sobre su vida)) y otras debidas a diversos compositores: “Hymne à l’amour”, “Les trois cloches” y “Non je ne regrette rien”, en las que evocaba las penas y la dulzura del amor. Tal sensibilidad interpretativa la convirtió en la principal fi gura de la “chanson intime” francesa.