Opinión

Contra la impunidad y la (IN) justicia mediática

La lucha por las audiencias, las lectorías, los views y los likes podrían estar matando la gallina de los huevos de oro del periodismo, que no es otra que la credibilidad.

Los expedientes anticorrupción de los últimos veinte años exponen esta realidad con extrema crudeza. Los ejemplos sobran, y todo porque para llamar la atención del lector se está haciendo costumbre que algunos medios de prestigio (es lo peligroso) titulen como un hecho lo que es una acusación del ministerio público, o la delación premiada de un encartado. (La teoría del caso del M.P. no constituye una prueba). Luego de leer el cuerpo de la noticia, Ud. se entera entonces que lo que se afirma en el titular no es necesariamente la verdad, sino la acusación de los fiscales, cuya veracidad solo puede determinar un juez. Como el sur, la presunción de inocencia también existe. Pero resulta que muy pocos lectores pasan de leer el primer párrafo de la noticia, pero además los equipos de comunicación de los interesados reproducen en las redes sólo el titular y no la información completa.

Por culpa de la (IN) justicia mediática, aquí desde hace años, antes de iniciarse el juicio de fondo e incluso antes de la audiencia preliminar que se celebra exclusivamente para imponer medidas de coerción, ya los acusados son mediáticamente culpables gracias a esta perniciosa práctica, lo que es grave para sus derechos ciudadanos, pero mucho más grave, gravísimo, para la salud de una democracia en apuros cada vez más desacreditada ante los ciudadanos.

La relativa independencia del actual M. P. frente al poder ejecutivo, y la garantía que por su autoridad moral Miriam Germán representa, es una gran oportunidad de mejorar en ese sentido; y hablo de hacer lo necesario para frenar la práctica de esta (IN) Justicia mediática, de la que no es culpable la magistrada, pues como Monterroso, cuando ella despertó, “el dinosaurio todavía estaba allí”.

Defendamos la democracia. El país necesita condenas definitivas contra los corruptos del partido o grupo económico que sea, y no fusilamientos mediáticos, condenas anticipadas que solo han servido para anticipar la impunidad de unos y de otros. Hagan memoria, en blanco PRD, en azul PRM, o en PLD ahora en verde y en morado. (Al paso que vamos a este país no le quedarán virtuosos ni entre las violinistas de la sinfónica).

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