FIGURAS DE ESTE MUNDO
Juan Jacobo Rousseau
Juan Jacobo Rousseau, hijo de un relojero, ginebrino inadaptado y sentimental, seminarista disidente, amante de su protectora y luego de una criada de albergue, asiduo concurrente a los mejores salones, ejerció, sin embargo, con sus escritos una enorme influencia sobre la Revolución francesa y el Romanticismo.
“El contrato social”, su obra maestra, es un intento de establecer los fundamentos del derecho político. Para vivir en sociedad, los hombres han renunciado primero a algunas libertades individuales con la garantía de un contrato tácito con los gobernantes. Rousseau describe la naturaleza de este contrato y las formas de gobierno posibles: democracia, aristocracia y monarquía, considerando como mejor la primera.
En su otra obra célebre, “Emilio o De la educación”, y en un escrito anterior, sostenía la tesis de que la naturaleza hace al hombre bueno y la sociedad lo pervierte. Pero la historia y la doctrina cristiana tachan, con razón, esta tesis de inexacta. En los Evangelios, Jesús enseña: “De dentro del corazón de los hombres salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”.
Solo la gracia de Dios puede suprimir la corrupción que obra en el interior del hombre.