OTEANDO
Lo que la fiscal Mirna Ortiz no dijo
“Este es un país muy especial”, se decía al publicitar un ron dominicano, por boca de nuestro afamado actor Cuquín Victoria. Según lo que he podido ver en televisión, leer en la prensa, y me han permitido entender mis modestas capacidades, una representante del Ministerio Público, específicamente la coordinadora de Litigación de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción (PEPCA), comparece de repente a un programa de televisión en el marco del cual declara que hay sendos procesos de investigación respecto de tres instituciones conocidas y varias personas que no identificó. Asimismo declaró que, en uno de los casos indicados, específicamente el del Consejo Nacional de la Niñez (CONANI) -que es una consecuencia de lo averiguado en el caso “Coral”-, como respecto de este último no se han presentado actos conclusivos, o sea, que aún se encuentra en la fase de investigación, si se identificasen más personas vinculadas al mismo, hay oportunidad procesal para incluirlas en el expediente. Planteó, también, que la orientación que se da a dicha investigación es hacia la búsqueda y determinación -en el hilo jerárquico ascendente- de quiénes podrían estar implicados. Dijo que no se puede descartar que la estructura de la supuesta corrupción tenga carácter político, incluso.
Pero la procuradora no dijo que existe un proceso penal en contra de Danilo Medina como autor material, intelectual o cómplice en ninguno de los casos en cuestión. Lo que ella dijo fue que él ha sido mencionado tangencialmente en varias investigaciones porque los hechos perseguidos ocurrieron bajo su gestión. Y yo me atrevo a decir que si lo mencionan, así no sea afirmando su participación, es su deber ampliar el ámbito de la investigación.
Sin embargo, como he venido afirmando desde que la tempestad comenzó, me atrevo a asegurar que Danilo nunca será procesado. No porque él esté, en modo alguno, procurando que así no ocurra, sino porque no fue al poder a lucrarse de él. Y nadie ignora que los presidentes no son responsables de las bellaquerías de nadie. Y ahí está el principio de la personalidad de la pena.
Así que, con independencia de que son inoportunas las declaraciones de la indicada procuradora, ya que se hacen en un momento en que el expresidente acaba de salir a las calles y realizar un acto multitudinario en Azua, es obvio que las mismas han sido tergiversadas maliciosamente para perjudicar a Danilo.