EL BULEVAR DE LA VIDA
Credibilidad
Las redes sociales han transformado la vida de todo y de todos, y eso incluye los contenidos de una prensa tradicional golpeada por una crisis económica que la hace cada vez menos rentable y más deficitaria, con sus lógicas excepciones, por supuesto.
Posiblemente sea esta innegable realidad la que explique que ante el empuje de las redes sociales y el inmenso poder de las diversas plataformas (hoy el gran periódico mundial es Facebook y los presidentes de gobierno publican sus notas de prensa en Twitter), la prensa tradicional realice todo tipo de esfuerzos y sacrificios buscando la rentabilidad perdida.
Así, en su lucha por sobrevivir, la prensa ha ido cediendo espacios a los contenidos que la gente prefiere sin importar lo morboso, deleznable, irrespetuoso o íntimo que estos puedan ser, en una versión actualizada de la vieja frase, “Si el pueblo quiere lucha, que luche Jack Veneno”.
Esos contenidos, cuya publicación era impensable hace apenas 15 años, representan para esos medios el clavo ardiente al que se aferran para no caer en el precipicio de la quiebra, el cierre. Hablo de unos temas, de unos contenidos, muy alejados de lo que a juicio de los profesores Kovac y Rosenstiel, en su obra fundamental “Los elementos del periodismo”, este debe ofrecer: “la información independiente, veraz, exacta y ecuánime que todo ciudadano necesita para ser libre”.
Son temas (y especialmente su tratamiento) que explotan el morbo y las más bajas pasiones del ser humano. Miserias que siempre han existido, solo que antes, ellas quedaban sepultadas en las tertulias del puticlub, en los salones de alta cuna o de baja cama, en la esquina del parque o el bar del pueblo, y ahora son evacuadas -nunca mejor dichoen las redes sociales, donde se convierten en trending topic con millones de interacciones y cientos de miles de views.
Entonces, como ocurre con los políticos, digamos con franqueza y sin gadejo que la sociedad va teniendo la prensa que merece porque es la que prefiere. No somos inocentes y si Ud. tiene alguna duda, le recomiendo leer la sección: “las más leídas” de cada diario.
Hoy, tras las informaciones del chisme y el vejamen al otro, va una prensa que por no morir, posiblemente está matando su bien más preciado y reconocido: La credibilidad. El gran tesoro de todo medio de comunicación y de todo periodista.