Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

EN LA DIANA

Trinidad cambiaria imposible

Primer Tiro La permanencia del componente externo de las alzas de precios, y los impactos inflacionarios internos de la flexibilización monetaria anti pandémica, han sido los factores determinantes del giro de 180 grados que ha dado por la política monetaria: desde una posición altamente expansiva, ha pasado a otra muy contractiva, profundizada con el ultimo aumento de 50 puntos básicos de la Tasa de Política Monetaria (TPM). La permanencia de una alta inflación subyacente demuestra que el nuevo aumento de la TPM era necesario, independientemente del efecto de la guerra, tal y como ya había sido expuesto. La tasa de interés neutral (la que no produce inflación ni desempleo) es ahora mayor que antes de la pandemia, y la política monetaria restrictiva disminuye la brecha entre esta y la tasa de interés del mercado. Entre noviembre y febrero la TPM aumentó 200 puntos básicos, la cantidad real de dinero (M1) disminuyó en 0.13%, y la tasa de interés pasiva preferencial aumentó en 281 puntos básicos, lo cual demuestra la rapidez y efectividad del proceso de transmisión.

Segundo Tiro Pero también el tipo de cambio real de equilibrio (el que minimiza, simultáneamente, la inflación, el desempleo y el déficit externo) es ahora mayor que antes de la pandemia, y la política monetaria contractiva también reduce el tipo de cambio nominal (también de manera rápida) a través de dos vías: mediante la entrada de capitales que produce el diferencial de tasas de interés, y mediante el aumento de la demanda de pesos (disminución de la de dólares) para la compra de activos en dicha moneda. Entre febrero y marzo el tipo de cambio nominal se apreció en 4.7% con relación al promedio del mes de enero. La política monetaria restrictiva produce así un resultado contrario al ajuste externo requerido (ajuste nominal incompleto) y al crecimiento del empleo, pues con la apreciación cambiaria (tipo de cambio de equilibrio menos el del mercado) se reduce el ritmo de recuperación del empleo en las zonas francas y el turismo. Para evitar la apreciación se tendría que comprar dólares, expandiendo la cantidad de dinero, efecto contradictorio con el objetivo de la nueva política monetaria restrictiva.

Tercer Tiro La apreciación cambiaria acelera el efecto de la política monetaria restrictiva en la contención de la inflación, pues es el ancla con la que se contiene parte del traspaso de la inflación externa hacia los precios de los combustibles y de otros bienes transables, y ha encontrado un aliado no esperado: la política fiscal también se ha planteado incidir en la inflación, y juntos son dinamita: subsidios para no subir precios, y tipo de cambio bajo para reducir el impacto del traspaso de los precios internacionales. El Gobierno está evitando mayores aumentos de la inflación, pero sacrificando su objetivo de reducir el déficit fiscal del Gobierno Central, y sumándolo al gran aumento del cuasifiscal de la nueva política monetaria restrictiva. Pero no se puede luchar contra las predicciones de la teoría y las restricciones matemáticas que imponen límites al número de objetivos en función del número de instrumentos: No se puede reducir la inflación, y al mismo tiempo aumentar el empleo y disminuir el déficit publico consolidado, y todo por culpa de la trinidad cambiaria imposible.

Tags relacionados