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Política y Cultura

Como me lo contó Peña Gómez

José Francisco Peña Gómez visitó en el año 1976, Caracas, Venezuela, a un encuentro de líderes de la Internacional Socialista, recabando apoyo de la comunidad internacional para que se respetaran los resultados de las elecciones programadas para el 16 de mayo de 1978. Entre las personalidades que estuvieron presentes, estuvo el ex presidente de Venezuela Rómulo Betancourt. Peña Gómez me contó, que todos se comprometieron a visitar a Santo Domingo, para reafirmar ese apoyo y disuadir cualquier intento de irrespetar la voluntad popular. Fue entonces cuando Rómulo Betancourt, le dijo, “imposible que yo vaya a Santo Domingo, me vería obligado a darle la mano a Balaguer. Eso no lo voy a hacer, compréndalo, compañero Peña Gómez...” Esa respuesta de Betancourt fue la reacción de éste cuando Peña sugirió que presentaría a los líderes social demócratas al presidente Balaguer, agregando a Betancourt, para crear las condiciones de las garantías democráticas del país y para que Balaguer sintiera el respaldo internacional al PRD

Balaguer y Betancourt se conocían y habían establecido relación de amistad en 1929, cuando perseguido por el gobierno venezolano, siendo líder estudiantil, visitó la ciudad de Santo Domingo. Hay una fotografía de Betancourt y Balaguer, cuando Betancourt huyendo de la persecución del gobierno venezolano, ofreció varias conferencias en Santo Domingo. El atentado programado por Trujillo en 1960 estuvo al punto de suprimir la vida de Betancourt. Esa relación se quebrantó para siempre cuando en el ejercicio del Poder, Balaguer asumió una actitud crítica contra Betancourt a favor de Trujillo. Esa enemistad de Trujillo y Betancourt era a muerte, tras varias tentativas para derrocar a Betancourt en su primer gobierno en los años 40. Con el triunfo de la revolución cubana se produjeron las gloriosas repatriaciones armadas de la raza inmortal del 14 y 20 de junio de 1959, que contaron con el apoyo de Fidel Castro y Rómulo Betancourt para tumbar al tirano dominicano. La venganza de Trujillo fue organizar un atentado contra la vida de Betancourt que involucró a militares descontentos de la milicia venezolana. Trujillo en la Base Aérea de San Isidro, personalmente supervisó las pruebas del atentado con dinamitas y uso de microondas para volar a distancia el carro presidencial venezolano. En un desfile conmemorativo el 24 de junio de 1960, los terroristas trujillistas accionaron el botón de la carga explosiva a distancia, una milésima de segundo antes, muriendo el chofer y la escolta del presidente, mientras Betancourt milagrosamente salía con vida, con las manos y el cuerpo quemados. Trujillo cometió un error garrafal, “Radio Caribe”, la emisora terrorista del asesino Johnny Abbes, estalló en merengues estruendosos regocijándose por la muerte de Betancourt, un minuto antes de que ocurriera el atentado. Las consecuencias de este atentado fueron las sanciones comerciales, económicas y diplomáticas de todos los países de América contra el tirano, preparando el escenario para su ajusticiamiento el 30 de mayo de 1961.

El Presidente Betancourt nunca le perdonó a Balaguer haber permanecido junto a Trujillo y por eso le dijo a Peña Gómez, en la reunión de Caracas, que de ninguna manera iba a venir al país, “yo fui a Santo Domingo, cuando mi amigo Juan Bosch era presidente, pero mientras Balaguer lo sea, no, no puedo darle la mano a Balaguer”.

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