Opinión

TESTIGO DEL TIEMPO

Biden intenta aprovechar crisis ucraniana

Los grandes momentos producen a los grandes hombres, aunque los sacerdotes del culto a la personalidad del jefe aseguren que los grandes hombres producen los grandes momentos.

El presidente Joe Biden pronunció un gran discurso para una nación esperando grandes cosas en momentos de grandes decisiones. Empezó apelando a la unidad, “el año pasado la pandemia nos separó, ahora estamos unidos de nuevo”.

Le dedicó los 15 minutos iniciales de su discurso a glorificar la resistencia ucraniana, y demonizar al presidente ruso Vladimir Putin, adelantando nuevas sanciones económicas. Hasta habló de incautar yates y propiedades de los oligarcas rusos.

Biden redujo ese conflicto a una lucha entre el autoritarismo de Putin y la democracia que él defiende.

Reiteró que los soldados estadounidenses fueron a "defender” a las ex repúblicas soviéticas, hoy nuevas aliadas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Biden dijo que defenderemos a Hungría, la República Checa, Latvia, Lituania, Estonia y Polonia.

Varios países son fronterizos de Ucrania, cualquier salpicón del conflicto a una de esas naciones, puede considerarse una “agresión”, automáticamente entrarán en acción las tropas estadounidenses.

“Defendiendo” a una pequeña e indefensa nación aliada de la OTAN, enfrentará directamente a rusos y estadounidenses; las cosas se tornan cada vez más escalofriantes.

Internamente Biden siguió buscando unidad, varias veces repitió la misma palabra, demostrando su afán de unir al país bajo su liderazgo. Habló de grandes proyectos generadores de miles de empleos muy bien pagados, de reparar puentes y carreteras.

Se aseguró de que los estadounidenses entendieran que él comprende su desesperación con los aumentos de precios, no puede hacer grandes cosas, pero mencionó y condenó la inflación.

“Somos la única nación de la tierra que siempre convierte cada crisis que enfrentamos en una oportunidad”, dijo Biden. Ahí declaró su intención de aprovechar esta crisis como una oportunidad para promover su agenda que sigue estancada en el Congreso.

Buscando unidad, Biden planteó cuatro nuevos objetivos políticos que apoyarán millones de estadounidenses de todos los partidos, porque no tienen trasfondos políticos, y son profundamente humanos.

Propone enfrentar con seriedad la crisis de la adicción a los opioides, invertir en salud mental y educación, para los niños que perdieron escolaridad por la pandemia. Su tercera propuesta fue apoyar a los veteranos y la cuarta tomar una decisión política para reducir las muertes por cáncer y diabetes. Millones de estadounidenses padecen de esos problemas diariamente.

Personalizó la cuestión de los veteranos muertos de cáncer por exposición a químicos en la guerra, al mencionar a un hijo suyo muerto de cáncer de cerebro.

Biden hasta planteó la reforma migratoria, porque es en medio de las crisis que se toman las grandes decisiones y se hacen los grandes cambios. Biden intenta aprovechar la crisis de la post pandemia y la guerra para establecer liderazgo nacional y mundial.

El presidente hace lo posible por convertirse en un gran hombre, elevándose a la altura que le demanda el momento histórico que le tocó presidir la nación.

Biden apuesta a la guerra, eso tiene sus desventajas, porque diariamente ganan y se pierden varios combates, todos sabemos cómo, cuándo y por qué empezó el conflicto. Nadie nunca sabe cómo ni cuándo terminarán las guerras.