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CONTANDO LOS HECHOS

¿El médico Ellis Pérez?

En el verano del 1959 me fui del país para integrarme como asistente del director de Cruceros del barco de turismo SS Evangeline. Hasta ese momento no tenía la menor idea de lo que tendría por delante, como las experiencias extraordinarias, el aprendizaje incrementado y los retos que se me presentarían como joven de 23 años.

Ya en un artículo anterior les he contado como recibí la oferta de ayuda de parte de una pareja de actores de Hollywood, para incursionar en esa actividad, si decidía hacerlo.

En este caso particular, embarcó una pareja de edad media con su hija, de entre 18 y19 años. En el transcurso del viaje tuve un romance con ella, y un día antes de regresar al puerto madre, que era Miami, su padre, que era médico, me dijo: Anne, nuestra hija, te ha tomado mucho aprecio; yo, como médico, te he observado y creo que tú tienes todas la condiciones para, si te dispusieras, convertirte en un buen médico. Nosotros tenemos una posición económica acomodada y yo estaría en la mejor disposición de cubrir el costo de tu carrera de medicina si tú te motivaras para hacerlo. Lo pensé rápidamente y le contesté: le agradezco infinitamente esta señal de alta generosidad que usted me ofrece, pero me siento comprometido con mi trabajo; todavía tengo mucho que aprender y quisiera seguir desarrollando esta actividad. Me respondió: ‘bueno, piénsalo, te voy a dejar mi referencia y, si cambias de opinión, ya sabes que me puedes llamar’. Nunca lo llamé. En mi mente estuvo claro que su hija lo había inducido a hacerme esa oferta.

Hace varios años, recibí una llamada del doctor Julio Amado Castaños Guzmán, presidente del Patronato del Hospital General de la Salud: ‘Ellis, tenemos vacante; la silla del doctor Delgado Billini, quien era miembro del patronato y falleció recientemente; tu nombre ha sido sugerido para reemplazarlo y tenemos un consenso de aceptación para tu persona, queremos saber si estarías en disposición de aceptarlo y ojalá así pueda ser’. Posteriormente, me enteré de que dentro de la recomendación se había evaluado la valiosa ayuda que yo podía representar para el desarrollo del turismo de salud. Hoy, a 12 años de ser miembro del patronato, no dejo de recordar aquella ocasión cuando se me ofreció financiar mi carrera de medicina.

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