Opinión

Nuestra fe

Daniel Johnson BenoitSanto Domingo

“Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”, 2 Timoteo 1:5.

Una fe generacional fundada en la verdad de Dios. Esa fue la herencia espiritual que recibí de mi abuela materna Daysi Vanderhorst viuda Benoit. Confirmada, además, por mi madre.

Al leer lo que Pablo le dice a su discípulo Timoteo sobre su fe no fingida, cuánto me gozo al saber que nuestros padres fueron transmisores de la fe salvadora a sus hijos y nietos. Lo cierto es que el justo vivirá por su fe. Y el apóstol Juan dice que esta es la victoria que ha vencido al mundo: “nuestra fe”.

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