Opinión

UN MOMENTO

La Altagracia

Mons. Ramón Benito de la Rosa y CarpioSanto Domingo

De las invasiones que ha te­nido este país, la del 21 de enero está relacionada con aquella primera invasión que debieron enfrentar los dominicanos cuando los franceses de la parte que hoy ocupa Haití invadieron es­ta isla tratando de apropiársela. La batalla fue el 21 de enero y los dominicanos vieron que intervino la Virgen de la Altagracia.

El primer triunfo de nuestra libertad está unido a la Altagracia, fiesta que, hay que decirlo claramente, es patriótica: la celebración de la liberación, participando fuertemente los del Este.

La otra, en la que está ligada la Virgen de la Altagracia, es la invasión de Estados Unidos a principios del Siglo XX; la co­ronación de la Altagracia en la Puerta del Conde fue para decir “la reina de los dominicanos es la Virgen de la Altagra­cia”, no las fuerzas invasoras norteame­ricanas. Son fiestas, celebraciones pa­trióticas. ¡La Altagracia y la patria van unidas!

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