política y cultura
La complejidad del berenjenal histórico

La celebración de un nuevo año implica en todas partes del mundo una especie de rito y compromiso. Cambiar la vida como una apuesta, como un deseo. Una propuesta para ser distintos.
En ese anhelo se nos va la vida entera. La nomenclatura del tiempo familiar, social e histórico, recupera todos los sueños agrietados por las diversas culturas, que les impregnan su geografía, su edad geológica, su pasado hendido, sus fuegos artificiales. Pero no dejamos de soñar.
En el sueño caben todas las apuestas de eternidad. La fe es una aventura infinita e invencible. Quienes la asumen en su vaciedad existencial cambian de súbito el entramado absurdo de vivir sin destino, más allá de los límites temporales del mundo injusto.
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