Duro al narco

El exitoso resultado de la lucha contra el narcotráfico durante 2021 en República Dominicana, al tiempo de regocijarnos y felicitarnos es momento de imponernos como meta blindar nuestro país contra el peligroso y criminal negocio de las drogas.

El hecho de estar en la ruta para el trasiego de la cocaína, y otras drogas, entre los productores de Sudamérica y los mercados de consumo de Estados Unidos y Europa, somete nuestro país al asedio, al ataque, al reto de las operaciones de los carteles.

Por ello, entonces, debemos esperar que el ataque, continuará. Que los riesgos que corren los narcotraficantes, internacionales y locales, es equiparable a los beneficios que podrían obtener si logran ‘pasar’ algunos embarques. De ahí que las complicidades que se dan en el país, en estamentos de la represión contra el crimen organizado y de sectores de ‘poder’, tienen que ser identificados, expuestos al público, eliminados, mantenidos a raya. Porque la lucha contra el poder económico que mueve el sucio y criminal negocio del narcotráfico será siempre tentador, no solo para los mentecatos que buscan fortuna de manera ilegal, sino para los que pretenden aumentar las que ya han logrado de múltiples maneras.

En medio de esa madeja de intereses, tenemos el reto de evitar, a toda costa, la llegada a nuestro país, como ‘puente’ o como mercado de consumo, del peligrosísimo fentanilo, la droga moderna que los expertos consideran hasta 50 veces más poderosa y ‘efectiva’ que la heroína.

En contexto: hemos ganado una buena batalla contra los narcos en 2021, pero la guerra contra el negocio y efectos de las drogas aún no termina.