Viernes Negro

Sí, hubo un Viernes Negro más grande que el de hoy. El de hoy nos vende la cultura del consu­mismo. En este Viernes del que hablamos, -el Viernes Negro-, el hijo de Dios nos dio gratuitamente la salvación por medio de su muerte en la cruz. Esta oferta sigue siendo insupera­ble. Hay una oferta del que dio su vida, del que se entrega.

Para muchas personas puede parecer un “Viernes Negro” pero un “Viernes Lu­minoso”. Hay que superar el “Viernes Ne­gro del Consumismo” para llegar al vier­nes que se entrega por los demás, que se da por los demás y ese viernes es el que resucita.

El “Viernes Negro” termina y se entie­rra. “El Viernes de Jesucristo” es un vier­nes que termina en un Domingo de Resu­rrección. Los que tienen un “Viernes de Entrega a los Demás” resucitan ellos y re­sucitan a los demás. Felices aquellos que se entregan en su “Viernes de Entrega a los Demás”. Hasta mañana si Dios, usted y yo lo queremos.