Abinader advierte y cohesiona
Amplios segmentos del Partido Revolucionario Moderno ignoran, por angurria o falta de visión política, que el presidente Luis Abinader reduce su poder discrecional y se arriesga al designar independientes en órganos reguladores y persecutores para cumplir con el clamor nacional contra la corrupción y la impunidad expresado en una barrida electoral en julio del 2020.
El PLD despreció ese reclamo y fue echado del poder de la peor manera, al perder en todos los niveles de elección y actualmente numerosos dirigentes de la organización figuran en expedientes o son investigados.
Empero, esta experiencia no ha sido disuasivo para perremeistas y allegados en posiciones oficiales que buscan afanosamente rendijas para colar sus manos y atrapar dinero ajeno
El Listín Diario refería el 4 de noviembre que Abinader ha quitado a 12 funcionarios en sus 15 meses de gestión, aunque no todos vinculados a casos de corrupción. Citaba a la Lotería Nacional, IAD, Edeeste, Embellecimiento de Carreteras, ministerio de Salud Pública, Cestur, entre otras.
Hay que agregar la reciente suspensión del director de Inposdom, Adán Peguero, por alegadas irregularidades y quien está bajo investigación penal por un recurso elevado por el Defensor del Pueblo, Pablo Ulloa. Además, la semana pasada estalló otro escándalo en el ministerio de la Juventud, revelado por su cancelado consultor jurídico y que ya está bajo indagación de la dirección de Contrataciones Públicas, Contraloría y Ética Gubernamental.
“Como si todo fuera poco” (reza el clisé comercial), existe un enfrentamiento mayor entre el ministro de Educación, Roberto Fulcar, uno de los funcionarios más influyentes y cercanos al presidente Abinader y “la joya de la corona”, Carlos Pimentel, director de Contrataciones Públicas por un desencuentro en torno a la licitación de computadoras.
Abinader, pese a los yugulantes problemas como agudización de la crisis haitiana rebrotes de Covid, golpes de la influenza y las dificultades por la inaplicada reforma fiscal, decidió convocar al alto mando perremeista a una reunión de alineación y cohesión en la que hubo truños.
“Se busca acompañar al presidente Luis Abinader en este esfuerzo que se impulsa desde el Gobierno por adecentar la política; nosotros como partido tenemos que acompañarlo en cada uno de sus pasos”, explicó José Paliza, presidente del PRM al concluir el encuentro.
Y agregó: “es una señal ejemplarizadora que manda la dirección del partido y de apoyo a la práctica del presidente, de que una vez se ha identificado cualquier hecho contrario a la ley siempre se aparta a la persona que pueda estar involucrada, dando espacio y tiempo a que ponga claro su caso”.
Además, aunque no es tan visible actualmente, se acordó aplazar el proselitismo en las aspiraciones internas “para enfocar todas las energías en el afianzamiento del país”.
(Circulan versiones de que David Collado saldría o le sustituirían del ministerio de Turismo y que se dedicaría a actividades proselitistas más abiertas).
La reunión de la comisión ejecutiva del PRM decidió realizar consultas para levantar información de lo que espera la población de un partido política y “buscar incluir la visión ciudadana dentro del comportamiento partidario y mantenerse constantemente en contacto con la sociedad”.
Los dirigentes perremeistas saben perfectamente que la sociedad quiere un gobierno ético y que no se repita el latrocinio de pasadas administraciones, pero muchos mantienen una tozuda resistencia pese a las reiteraciones presidenciales en ese sentido y la postura firme de los órganos de fiscalización y persecución.
Con la excusa de “atender” a los compañeros quieren abrir trochas para el peculado y presionan para que Carlos Pimentel, Miriam Germán y Milagros Ortiz “ no nos fuñan”…