Santo Domingo 23°C/26°C thunderstorm with rain

Suscribete

EN LA RUTA

Advertencia válida

Desde hace mucho tiempo, y dada la inestabilidad política, la fragilidad institucional y la criminalidad imperante, Haití es una bomba de tiempo a la que los últimos acontecimientos, destacándose el magnicidio (aún impune) a su presidente Jovenel Moise, le han encendido la mecha.

Secuestros diarios (119 en menos de un mes), más de ciento cincuenta bandas criminales, cuya más reciente hazaña fue el secuestro de 17 misioneros cristianos (un canadiense y 16 norteamericanos) el pasado 16 de octubre, y por lo que la pandilla 400 Mawozo pide diecisiete millones de dólares para su liberación, son solo una muestra. Se recuerda que hace unos días grupos armados que controlan la localidad de Pont-Rouge tirotearon y pusieron en fuga al premier haitiano Ariel Henry y su escolta. Es precisamente ante este peligroso y preocupante cuadro que el presidente Luis Abinader ha hecho la recomendación a los dominicanos para que se abstengan de viajar a la vecina república. La de Abinader, quien además es el hombre más informado del país (y también de lo que se pudiera estar gestando fuera…), es una postura firme y responsable frente un país donde sus casi once millones y medio de habitantes lidian con una pobreza extrema, acrecentada por las secuelas de un sismo reciente, del Covid-19, la escasez de combustibles, así como los robos y los homicidios de delincuentes fuertemente armados y empoderados. Aquí no se trata de hacerse el gracioso ni de andarse con paños tibios ni condescendencias ante una situación explosiva. El compromiso de Luis Abinader es con el país y con sus gobernados, y en tal sentido, la advertencia está correcta.

Tags relacionados