La madurez

Recibamos la madurez como la mejor inversión en el tiempo porque ella nos hace apreciar la importancia de actuar, más que con emociones, con sabiduría, sopesando los momentos de crisis donde debemos identificar la simulación de la sinceridad, apartándonos del camino que nos aleja de las decisiones con serenidad; apoyados en el juicio de experiencias sustentadas en el sabio discernimiento. El peso de los años es dulce en la medida que nuestros logros respondan a mejores decisiones de crecimiento. Miremos con donaire y con satisfacción lo vivido, venciendo los obstáculos de la vida que solo con la conciencia de la madurez obtenemos la solución de nuestros mejores propósitos. Controlando las emociones respondamos cuando sea realmente necesario y así lo exijan las circunstancias, entendiendo de una vez por todas que los de arriba y los de abajo, los ricos y pobres, sabios e ignorantes; después que el alma haya desechado las prisiones de esta vida mortal, recibirán de la Sagrada Ley de Dios una compensación justa y perdurable como resultado de sus obras. Mahatma Gandhi combatió con altruismo y principios lograr las reivindicaciones de un pueblo víctima de injusticias y discriminaciones.