Opinión

CONTROVERSIA

Ayuda para los agricultores

Vinicio A. Castillo SemánSanto Domingo

El sábado pasado visité Cerrejón del Yuna, Hostos, San Francisco de Macorís, al lugar de una propiedad rural que tenía mi abuelo Pelegrín desde los comienzos del siglo 20.

Me impresionó su bello paisaje con los Haitises detrás; pero más allá de su belleza, lo fértil de sus llanuras, sembradas fundamentalmente de arroz y plátanos.

Estando en Cerrejón, se me acercaron espontáneamente agricultores de la zona. Me sorprendió uno de ellos al decirme: “Doctor, lo sigo en las redes. Yo sé que usted es amigo del Presidente y quiero que usted le lleve un mensaje sobre la terrible situación que nos está afectando a los agricultores de aquí”.

El hombre del campo me dijo que la producción de plátanos se está perdiendo porque los precios no cubren los costos ni para sacarlos. Lo están pagando a un peso el plátano y así es preferible para ellos dejarlos perder.

Igualmente me habló del arroz. Me dijo que aunque el precio de compra es estable, el alza de los químicos y fertilizantes se está tragando su rentabilidad. Y, aunque reconoce la gran ayuda del Banco Agrícola con préstamos con tasa cero, temen quebrar e irse a pique. Le prometí transmitir su preocupación, que es legítima y generalizada en todo el país.

Pensé, si ésto está ocurriendo en la tierra más fértil del país, la situación es delicada. Creo que el Presidente y el Ministerio de Agricultura deben ir en auxilio de estos agricultores.

Sugiero que en vez de dejar perder millones de plátanos, el Estado los compre a precios que les pueda dar un mínimo de rentabilidad a los hombres del campo.

Esos plátanos pueden ser vendidos por Inespre, o usados en comedores económicos o desayuno escolar. Con respecto al arroz, el Ministerio de Agricultura debe ayudar con los costos de los abonos y preparación de las t ier ras ar roceras. No podemos permitir que ese sector pueda colapsar por falta de rentabilidad.

El arroz, el plátano y el pollo son productos claves y estratégicos para la estabilidad política y económica de República Dominicana.

No podemos, bajo ninguna circunstancia, permitir, teniendo las mejores tierras, que no podamos producir.

Hoy quise escribir sobre este tema de agricultura, para servirles de voz a esos agricultores de sitios apartados del país que no tienen cómo hacer llegar sus reclamos a los funcionarios y al Presidente.

Confío en que las autoridades puedan ir en ayuda de los agricultores de Cerrejón y de todo el país.

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