ORLANDO DICE...
La experiencia de hoy
La experiencia de hoy (con la convocatoria de las reformas) será reveladora para el presidente Luis Abinader y aleccionadora para el resto del período.
La estrategia fue buena, oferta de reformas, de cambio, solo que no igual la aplicación, el funcionamiento, el ejercicio.
La táctica salió huyendo por la izquierda y difícil de alcanzarla.
El jefe del Estado recibió mandato del electorado para llevar a cabo el gobierno que promovió durante la campaña.
Ese ánimo, sin embargo, se extravió en el camino o fue sustituido por otro más tímido, dubitativo, de confiarse en extraños.
Se sabe de qué pata cojea la Lotería y que es ciega pero ve, y contrario al pensar, al suponer, no se toman las medidas prontas y adecuadas.
Ahora se pone su suerte en manos de un consejo con el encargo de en noventa días decir qué hacer. Entre los expertos figuran dos miembros del Episcopado.
Una concesión al padre Billini, a quien se atribuye la inspiración de una institución que en sus comienzos fue amiga del pobre y del rico.
Ahora solo del fraude.
La vuelta repite esquema, confirma estilo: el gobierno se niega a cargar con su cojón y quiere que agentes del exterior le salven la cara.
Lo mismo que con la persecución de los corruptos, de la seguridad ciudadana, y después de un etcétera largo, las reformas.
Ahí está la cuestión. Ese colocar en manos ajenas las más altas o principales responsabilidades, no necesariamente sería salida adecuada.
Depende de otros, y esos otros, partidos y políticos, tienen sentimientos y emociones, y todos contrarios a los intereses de sus oponentes.
No es entregar la iglesia a Lutero, pero sí dejar que publique sus quejas en la puerta del templo, como alerta a los feligreses.
Ni siquiera deben cruzarse los dedos, pues los políticos no cambian ni con la circunstancia. Y colaborar de gratis con una administración –en demasía generosa– no es negocio.
Será un encuentro de granadas sin espoletas, y el aeropuerto de Kabul podría quedarse pequeño, pues la oposición cree tener mejores asuntos que atender.
Nunca dar manos al gobierno.