Opinión

UN MOMENTO

Madre e hijo

Mons. Ramón Benito de la Rosa y CarpioSanto Domingo

Cada final de agosto nos trae el te­ma de Mónica y Agustín.

El tema de la madre y el hijo nos trae la figura de Mónica, que a través de la historia resplandece como la madre que se preocupó de su hijo has­ta el final. No lo abandonó diciendo “es un va­gabundo”, sino que lo siguió --tenemos datos--, hasta los 29 años. Cuidó de él porque realmen­te era un vagabundo y Agustín vivía así, pero la madre lo buscó, lo cuidó, hasta que consiguió que él tomara la decisión de transformarse. Ve­mos que Agustín aparece en la historia de la hu­manidad como una de las grandes cabezas y fruto del trabajo de una madre.

Madres, son ustedes educadoras hasta el fi­nal de los días de sus hijos. No pueden decir “a ese lo abandono yo por vagabundo” Mónica no abandonó a Agustín y por eso tenemos hoy un hijo que ha dado tanto a la humanidad como fruto del trabajo de una madre. Hasta mañana si Dios, usted y yo lo queremos.

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