Abinader pasó de curso

El empresario y político Luis Abinader llega a su primer año de gobierno y parecería que algo normal en democracia es un evento extraordinario por el ajetreo que se percibe en los me­dios de comunicación.

Este aniversario recuerda al PRD: al desplazar al PLD del poder el PRM inicia una gestión de gobierno que los integrantes de la agrupa­ción no celebran a tambor batiente por no ser los prin­cipales beneficiados por su trabajo, sino la “sociedad civil”. Algo parecido al go­bierno del empresario An­tonio Guzmán.

Ciertamente personas sin militancia en el PRM han sido el principal alia­do de Abinader, quien tie­ne méritos en su gestión que le ganan simpatías co­mo son: la estabilidad ma­croeconómica, la vacuna­ción a nivel nacional que le permite ir desmontando la queda; las acciones de la Procuraduría que per­miten la transparencia que da confianza a la inversión extranjera y al electorado.

Aunque hay aumento de la deuda externa, esos dóla­res más los ingresados por inversión extranjera, turis­mo, remesas y el operativo del Banco Central, han per­mitido al gobierno cumplir con el presupuesto para los diferentes ministerios.

No obstante, los traspiés de los primeros meses que llevaron a dar marcha ha­cia atrás a intentos de me­didas impositivas, Abina­der ha generado confianza y valor personal al enfren­tar al PLD.

El final de la queda abre el camino a la oposición política que en alguna me­dida ha sido colaboradora, como el Partido Fuerza del Pueblo, que recientemen­te abrió fuego al tildar de improvisador al gobierno de Abinader. Esto quizá en respuesta a la negativa de poner un “vocero del pue­blo” cercano a ese grupo, el mal manejo de la fiebre porcina y también por in­tentar dejarlos fuera del esquema de partido mayo­ritario, entre otros.

Aunque algunos perre­meístas han sido vincu­lados al narcotráfico, el enriquecimiento ilícito e intentos de meter mano en el erario y que algunos han contradicen al presidente en el Congreso con el nue­vo Código Penal, Abina­der tiene buenas notas en la opinión pública. Pasó de curso.