PENSANDO
RD, pueblo oprimido
Es una realidad que el pueblo dominicano es víctima de la lucha de intereses político-empresariales.
El alto costo de la vida, provocado por sectores políticos bautizados por la actividad empresarial, juega a imponer su ineptitud corruptora producto de un endeudamiento desbordante, para resolver sus futuras apetencias y seguir la explotación laboral, que no percibe un horizonte seguro para sobrevivir a los embates de una crisis económica que nos asecha.
Ya se sienten las brisas de una nueva reforma fiscal, donde la clase media y baja de la sociedad se debaten para su supervivencia.
Se repite la historia en detrimento de la calidad de vida de los ciudadanos de “a pies”, que tienen que absorber con un presupuesto limitado las necesidades que debe garantizar un Estado, como responsabilidad ineludible de proporcionar su estabilidad en materia educativa, de salud y vivienda.
Isócrates, educador, político y orador griego, anticipó hace 350 años AC que la democracia se autodestruye abusando del derecho de igualdad y de libertad, enseñando al ciudadano a ser impertinente como derecho, irrespetando las leyes como libertad, las palabras imprudentes como igualdad y la anarquía como felicidad.
RD, un pueblo oprimido.