Pensamiento bíblico
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias”. Filipenses 4:6.
El mundo pretende arrastrarnos en su loco afán. Así también los malos deseos buscan atraparnos y hundirnos en la angustia.
Cristo advirtió a sus discípulos sobre el peligro del afán y la ansiedad. En cambio, exhortó a “velad y orad, para que no entréis en tentación”. Mateo 24:41.
Un hermano en la fe me dijo que el Espíritu lo está moviendo a levantarse a las 3:00 de la madrugada para orar.
El propósito es dedicar más tiempo al ruego, a fin de ser agradecidos ante Dios y los hombres.