Opinión

PENSANDO

El nuevo orden delincuencial

En esta etapa social globalizada y mediatizada, observamos con pesar que los hábitos de las buenas costumbres se han sustituido por ideologías delincuenciales, apoyadas en la conquista de la impunidad. Dentro del sistema democrático, la evolución de los actores políticos y empresariales ha sido vulnerable frente al avance de las asociaciones mafiosas. La evasión es el principal instrumento de imposición que tienen sus operaciones criminales para dar paso a un orden al cual debemos prepararnos sin pesimismos, aplicando las medidas más efectivas para combatirlo, con base en el fortalecimiento del sistema de justicia que ha sido permeado por su proclividad y complicidad con estos sectores, sembrando la impunidad como “garantía” de su operatividad. La política es un caldo apetecible de las mafias y lo palpamos en los actos delincuenciales ocultos tras la sombra, manipulando a candidatos elegidos por el pueblo y así su inserción en el sistema democrático. Entendemos que nuestro empoderamiento está cifrado en exigir la voluntad política de los gobernantes e instituciones en atacar el delito. Ejecutemos la doctrina Duartiana sustentada en que la soberanía no se negocia y que la justicia haga su trabajo sin contemplaciones.

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