Opinión

EL BULEVAR DE LA VIDA

La democracia vence a la partidocracia

Primero ocurrió con La Marcha Verde, luego con las planta­das en la plaza de Las Banderas, antes con los Haitises, siempre con Loma Miranda y ahora con la designación del nuevo defensor del Pueblo, el Dr. Pablo Ulloa.

Entonces resulta que sí, que es cierto que, unida y militante, la “inmensa mi­noría” puede hacer posi­ble lo improbable y vencer el cinismo y la doblez de la partidocracia reinante. Los partidos llegan hasta don­de los pueblos les permi­ten llegar.

Hablamos de una in­mensa minoría de indig­nados, que logró generar en la ciudadanía un re­chazo de tal magnitud a las pretensiones de violar la ley y designar a una di­rigente político como De­fensor del Pueblo, que el gobierno azul del presi­dente Luis Abinader, -en un momento de suprema lucidez y bendita coheren­cia discursiva-, convenció PLD en verdefernández, o sea, LFP, (su aliado es­tratégico y circunstancial más importante hasta ju­lio 2023), de que ya habrá otro puesto con nómina atractiva para pagar unos servicios de gran utilidad para los planes electorales del partido de gobierno que, además de gobernar bien, necesita impedir la remota esperanza de una posible” reunificación de los dos PLD que aun­que hoy están enfrenta­dos hasta la indecencia en una especie de “La Guerra de los Rose”, (ver el film del mismo nombre), es­tán mucho menos aleja­dos de lo que en mayo de 1990 estaba ese partido (el PLD) del Dr. Balaguer. Hagan memoria.

Claro que , decepcionan­te ha sido ver cómo un par­tido (LFP) cuyo discurso fundacional se basó en la defensa de Constitución de la República, hizo lo impo­sible rozando lo improba­ble para lograr que, -en pa­go a los servicios prestados vía su muy valiosa alianza con el partido de gobierno-, este colocara en el puesto a uno de sus más reconoci­dos dirigentes: Henry Me­rán. Solo que esta vez “las cosas no marcharon” (re­cuerden el “Versainogra­ma” de Neruda) y a los se­ñores del PLD en versión verdefernández,men vez de salirles las cuentas les salieron “los tornillos en el queso”.

De todo lo ocurrido, hay más de un aprendiza­je: las cosas para ser po­sibles no tienen que ser probables y, la mejor y la que mayores efectos ten­drá en las luchas electo­rales por venir: La demo­cracia de la ciudadanía puede vencer y ha ven­cido a la partidocracia de la hipocresía. Seguiremos con el tema.

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