PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO
Educar para prevenir el consumo de drogas
El consumo de drogas o sustancias controladas es una realidad en la sociedad a nivel mundial y se ha convertido en un problema serio de salud pública. Con el paso del tiempo, esta problemática se ha agudizado en la mayoría de los países. No es contradictorio afirmar que las drogas causan adicción o lo que técnicamente se conoce como “trastorno por consumo de sustancias”. Esta es una enfermedad que afecta de manera grave el cerebro y trastorna el comportamiento de las personas.
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), publicó el Informe Mundial sobre las Drogas 2020, en el que se evidencia que el consumo de drogas ha aumentado en todo el mundo. El referido informe revela que desde el año 2009 al 2018 la cifra estimada de consumidores a nivel mundial ha aumentado de 210 millones a 269 millones. En términos porcentuales, esto significa un incremento en el consumo de un 4.8% a 5.3%, a nivel mundial. La referida entidad de Naciones Unidas, establece en su informe que en los países en desarrollo el consumo de drogas ha aumentado con mucha más rapidez que en los países desarrollados. Esto se debe en gran medida al crecimiento demográfico acelerado de esos países, que se sitúa en un 28%, frente a los países desarrollados que solo han crecido en un 7%. En todo el mundo la población joven es el segmento que mayor consume drogas. Se observa conforme al estudio, que en los países en desarrollo esa población ha crecido un 16%, mientras que en los países desarrollados se ha producido una reducción de la población joven en un 10% en los últimos 20 años. En esa misma proporción ha aumentado y disminuido el consumo de drogas de los jóvenes en el mundo.
La Encuesta Nacional Sobre Uso y Consumo de todo tipo de drogas, elaborada por el Consejo Nacional de Drogas de la República Dominicana, publicada en el 2018, ofrece cifras alarmantes sobre el consumo de drogas en adolescentes. Refiere que aproximadamente 300 mil adolescentes de entre 13 y 14 años consumen diversos tipos de drogas. Indica además que el consumo de cocaína, crack y morfina en los jóvenes suele iniciarse a los 15 años.
En este sector de la población el consumo de drogas tiene una relación proporcional con la violencia, desde los conflictos que se suscitan entre las organizaciones delictivas que se dedican a la comercialización de sustancias ilícitas, hasta las situaciones de violencia que suelen generarse entre las personas cuando se encuentran bajo sus efectos.
Para lograr la reducción del consumo de drogas en este segmento de la población, es imperativo concientizar a los jóvenes desde las aulas, sobre el daño a la salud, a la familia y a la sociedad que ocasiona consumir y traficar drogas.
La UNODC explica que “Esas intervenciones no sólo previenen el consumo de sustancias, sino también otros comportamientos como la delincuencia y la violencia en los adolescentes y jóvenes, así como la violencia doméstica contra los niños.”
Fuera del hogar, la escuela es el ambiente más influyente para niños y jóvenes. Esto significa que las escuelas deben protegerlos de la presencia de las drogas y fomentar valores que les ayuden a rechazarlas.
Lo cierto es que las escuelas no tienen la capacidad para conseguir que se deje de fumar o de beber, pero sí tienen la función de mejorar los conocimientos de los estudiantes, para que puedan discernir lo dañino y perjudicial que resulta el consumo de drogas.
La función principal de las escuelas es enseñar lo correcto y adecuado, en función de garantizar la convivencia pacífica, la solidaridad, el compañerismo y el respeto a los demás, valores que son difíciles de asumir por los estudiantes cuando se involucran en el consumo y tráfico de drogas.
El profesor español Agustín Velloso De Santisteban, en su obra “La educación sobre las drogas en el mundo occidental”, cuestiona “¿Cómo reacciona un muchacho ante la posibilidad de consumir drogas, si no está educado para ello? La sociedad se ha dado cuenta de este desfase entre lo que este muchacho va a encontrar en la calle y lo que se le enseña en el aula y, por ello, han aparecido los programas de educación de la salud, de la enseñanza sexual, de la enseñanza del consumo, de la enseñanza ecológica y otros muchos.”