Pensamiento bíblico
“Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Salmo 23:1.
En este conocidísimo salmo 23, el salmista David inicia con una honda declaración de fe. Afirma que el dueño absoluto de todo lo creado es su pastor. Por consiguiente, no tendrá falta de ningún bien.
Ahora que se acentúa la crisis de liderazgo. Cuando fallan los llamados ejemplos morales. Sólo Jesús define y encarna en esencia el modelo de buen pastor. Él tuvo compasión de las multitudes desamparadas y sin dirección.
Dijo: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas”. Por tanto, nos guiará a delicados pastos, a reposadas aguas y por caminos de justicia por su inmenso amor.