Opinión

EL INFORME OPPENHEIMER

Los primeros 100 días de Biden: ¡Va bien!

Andres OppenheimerSanto Domingo

Ahora que el presidente Joe Biden es­tá por cumplir sus primeros 100 días en el cargo el 30 de abril, aquí va mi evaluación preliminar: le está yendo muy bien en casi todos los frentes.

Aunque tengo algunos te­mores sobre el futuro, Biden ha hecho una excelente la­bor aumentando las vacuna­ciones contra el COVID-19, resucitando la economía del país, tomando medi­das audaces contra el cam­bio climático, promoviendo medidas para reducir la bru­talidad policial y los asesina­tos masivos, y restaurando la defensa de la democracia y los derechos humanos en la política exterior estado­unidense.

No es casual que Biden tenga una popularidad del 54%, contra el 40% que te­nía el ex presidente Donald Trump a esta altura de su primer año en el cargo, se­gún una encuesta de Gallup.

Parte del éxito de Biden se debe a que es todo lo opues­to a Trump.

Después de cuatro años de un presidente tóxico que escupía veneno a dia­rio contra los inmigrantes, las minorías, sus rivales po­líticos y los aliados tradicio­nales de Estados Unidos en el mundo, la mayoría de los estadounidenses sienten una sensación de inmen­so alivio al tener un nuevo presidente que ha restau­rado la normalidad. Biden no se la pasa tuiteando in­sultos, ni buscando con­frontaciones con casi todo el mundo.

Pero, aparte de eso, Biden ya ha tenido varios logros importantes.

- En la lucha contra el COVID-19, durante sus pri­meros tres meses, Biden ha triplicado las vacunas CO­VID-19 diarias, de 1.1 mi­llones por día cuando asu­mió el cargo a 3.3 millones diarias a mediados de abril. Comparativamente, Trump había prometido varias me­tas de vacunación que nun­ca se cumplían.

Mientras Trump minimi­zaba la pandemia, Biden advierte constantemen­te sobre sus peligros, y usa una máscara facial casi to­do el tiempo.

- En materia económica, Biden aprobó un paquete de estímulo sin precedentes de $1.9 billones para sacar al país de la recesión. Como re­sultado, ya se está viendo un auge económico.

El banco de inversión Goldman Sachs pronosti­ca una tasa de crecimiento económico del 8% este año, la más alta desde 1951. En el momento de escribir este artículo, la Bolsa de Valores ha batido más de 20 récords desde que Biden asumió el cargo.

- En materia de cambio climático: Biden reincor­poró a Estados Unidos al Acuerdo Climático de París y se comprometió a reducir las emisiones de gases tóxi­cos de Estados Unidos en un 50% de sus niveles de 2005 para el 2030. Trump había negado, o en el mejor caso ignorado, la crisis del calen­tamiento global.

- En materia de control de armas: Para combatir la epidemia de asesinatos ma­sivos, Biden firmó un de­creto ejecutivo destinado a prohibir las “armas fantas­ma” o kits con partes de ar­mas que se pueden ensam­blar sin ningún número de serie. Además, Biden tam­bién ha pedido la prohibi­ción de las armas de asalto y una mayor verificación de antecedentes para los com­pradores de armas.

- En política exterior, Bi­den ordenó a las tropas esta­dounidenses que salieran de Afganistán, algo que Trump había prometido, pero que no cumplió. Biden también ha restablecido las relacio­nes de Estados Unidos con sus aliados, y en lugar de abrazar al tirano de Corea del Norte, Kim Jong Un, Bi­den está denunciando públi­camente los abusos de dere­chos humanos en Corea del Norte, Rusia, Arabia Saudita y otros países.

Igualmente importan­te, Biden se ha resistido a los pedidos de la extre­ma izquierda del Partido Demócrata para reanudar los lazos normales con Cuba o para levantar las sanciones a Venezuela.

Y aunque sus críticos se alertan sobre una presun­ta “crisis migratoria” en la frontera, no pierdo el sue­ño por eso. Como escri­bí recientemente, el flu­jo de indocumentados es aún menor al que había hace 15 años, y el país ne­cesita desesperadamente nuevos inmigrantes pa­ra compensar el envejeci­miento de su población y la reducción de su fuerza laboral.

No sé si Biden seguirá haciendo las cosas bien. Entre otras cosas, aún po­dría ser llevado por la ex­trema izquierda de su partido a hacer concesio­nes innecesarias a las dic­taduras de Cuba, Vene­zuela e Irán.

Pero, hasta ahora, Biden ha desarmado a sus críti­cos de derecha que decían que sería un “socialista”, y a sus críticos de izquier­da que afirmaban que se­ría un político del establis­hment que no haría nada. Hasta ahora, Biden ha su­perado las expectativas.

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