PUNTO DE MIRA
PRM tiene dos aceras
Esta semana, en la intensificación de los enfrentamientos por las tres causales, la policía incurrió en un atropello contra las damas que montaron un campamento frente al Congreso, tal acción desató las furias del averno. Varios dirigentes del PRM
se tomaron la defensa como causa propia y protestaron con más ahínco que cuando era oposición.
Sin embargo, tan loable gesto de los perremeistas los presentaba como un partido de doble cara porque son gobierno y oposición, un partido que hizo campaña a favor del aborto condicionado, nada más llegar al poder, sus congresistas dijeron al olvido sus promesas.
La conducta de diputados y senadores del PRM tiene detalles de pasadas actuaciones cuando eran del PRD, ya que contradicen no sólo su posición de campaña sino que además se oponen a las ideas de su propio presidente.
Esta incoherencia parece anunciar una divergencia interna en temas de importancia.
El gobierno de Luis Abinader se desliza suavemente. Su gerencia del poder carece de oposición porque los dos partidos llamados a medirle los pasos están sometidos a procesos internos y tienen una tibia posición en torno a los eventos del gobierno. José Francisco Peña Gómez decía que cuando su partido no tenía adversarios afuera los fabricaba dentro y por eso se picaba su propio buche.
Parece que estaríamos viendo en el PRM, un PRD reciclado pero con los mismos vicios del pasado.
Aunque las confrontaciones internas son lacias, la denuncia de Faride Raful, de que la quieren poner a pelear con Abinader, en realidad esa querella apunta hacia conflictos estratégicos. La senadora tiene coincidencia con el presidente de la República sobre las tres causales pero la lucha interna no respeta verdades. Quizá gente en el partido de gobierno la vean como una presidenciable que haya que liquidar temprano.
La experiencia dominicana muestra que la disidencia interna lleva la derrota y el PRD es el ejemplo por antonomasia.
El PRM puede recobrar la coherencia y cumplir sus promesas de campaña, la luna de miel que vive el gobierno se está agotando y múltiples problemas asechan y tendrán que estar unidos para ofrecer una fuerte línea de defensa.
Lo malo es que el sectarismo ciega.