CARDIOLOGÍA PARA TODOS
Intoxicación por metanol
Las autoridades se enfrentan a una nueva crisis sanitaria de intoxicación por metanol, una consecuencia del consumo de bebidas alcohólicas adulteradas, principalmente por personas consumidoras habituales de alcohol, que por su dependencia y sus escasos recursos económicos se ven obligadas a consumir las de bajo costo.
El metanol (alcohol de madera) es un agente químico de uso industrial que se encuentra en numerosos productos de limpieza, anticongelantes, pinturas y barnices.
La intoxicación por metanol es poco frecuente, pero de una gran morbimortalidad. Puede tener lugar de forma accidental al manipular estos productos, en personas con alcoholismo crónico y otros con fines suicidas.
El metanol es un alcohol primario tóxico. Es un líquido, incoloro, volátil y soluble en agua. Su vida media oscila entre 12 a 24 horas. Una vez ingerido, el metanol se absorbe a nivel gastrointestinal y alcanza su pico máximo a los 30-90 minutos; el 80% se metaboliza a nivel hepático generando el ácido fórmico, el cual es eliminado en un 90% por vía urinaria.
El ácido fórmico es el responsable de la toxicidad, pues no solo genera acidosis metabólica, sino que, además, bloquea la respiración celular y ocasiona daño citotóxico.
Puede llegar a producir disfunción neurológica, metabólica, respiratoria, renal y cardiovascular; en algunos casos ceguera permanente y muerte.
El inicio de los síntomas tiene lugar entre las 10 y 30 horas posteriores a la ingesta, incluso más tarde si se acompaña del consumo de alcohol etílico (ron).
Los síntomas iniciales suelen ser molestia gastrointestinal inespecífica, seguido de alteraciones de la visión, que pueden ir desde la visión borrosa hasta pérdida completa de la misma. En intoxicaciones más graves se manifiesta deterioro neurológico progresivo hasta la aparición de convulsiones, coma y muerte.
En conclusión, el perfil clínico se caracteriza por: Hipotensión, taquicardia, trastorno del sensorio, vómitos y midriasis, con frecuencia en una persona joven consumidora habitual de alcohol, usualmente de ingresos económicos bajos. La mayoría de los pacientes que presentan intoxicación por metanol tiene una escasa escolaridad y bajo nivel educativo.