El cambio del cambio

Si se había negociado, aun fuera por debajo de la mesa, la entrega total de los fondos de partidos por la aprobación del Presupuesto, justo era que se cumpliera.

La gente, por lo menos, se da cuenta de que los partidos, no importa lo que pronuncien o declaren, siempre van de la mano cuando la conveniencia está de por medio.

Nobleza obliga podría decirse a la manera de los franceses, pero hay situaciones que se producen en el subsuelo de la política que confunden.

Por ejemplo ¿por qué no se hizo la corrección, la enmienda, en el momento en que se sancionó la pieza? Así se hubiera evitado tener que proceder más tarde. Dicen que sería en julio cuando se modificaría el Presupuesto y se haría la reasignación.

Igual intriga la intención del gobierno de burlar a los partidos e insistir en solo dar la mitad de lo previsto, aun cuando había consentido en la partida completa.

El término suena feo y denigra en un ambiente de Estado, pero se usó en la informalidad de las reuniones y ninguno mejor para graficar lo que iba a suceder.

El gobierno “cubiando” a los partidos.

Si no se sabe a qué vino el cambio, tampoco el recambio, y el gobierno, al rectificar a tiempo, evitó que esas fieras alteraran el orden de la selva.

Que de solo moverse o mostrar garras y colmillos pasaran al ataque. Dije que el presidente se sirve de un funcionario como enlace con esos partidos y que el lunes pasado hubo reunión.

Incluso en ese encuentro se conoció la respuesta del director de Presupuesto a la Junta Central Electoral, y se creyó entonces que lo que dijera José Rijo era lo que iría.

¿Qué obligó al gobierno a rectificar, y aun fresca la tinta de la comunicación de Rijo, decidirse por dar la suma completa, lo que originalmente se había considerado?

Habrá que observar ahora, y con mucha atención, el comportamiento de los beneficiarios en relación con el gobierno, pues falta tiempo para julio, y quien cambia una vez, puede cambiar siempre.