El virus no mata las ideas

El Covid-19 ha dado vueltas al globo terráqueo alocando a media humanidad con múltiples versiones sobre sus orígenes, devastación prevención y vacunas.

Las cifras son harto elocuentes en mostrar la multiplicación de las fortunas de las minorías ricas en diversas latitudes y países, mientras las mayorías pobres y desvalidas sufren descalabros sociales empeorados por el Covid-19 y otras enfermedades catastróficas.

Cabría recordar la legendaria expresión de que la vida sigue su agitado curso, pese a las calamidades como el Covid. El elevado número de víctimas podría registrar nuevas olas en breve, mediano o largo plazo.

Inversamente, las ideas, procesos y conocimientos positivos de la humanidad suelen registrar ascensos universales, científicos, tecnológicos, y de otros géneros.

Aquí y en todo el universo cabe proclamar que el virus no mata las ideas ni las causas nobles de la humanidad. Como tampoco pudieron los engendros sustitutos históricos del trujillato, Balaguer y la pandemia morada.