Presagios de la pandemia

Cual premonición profética, la ciencia lucha por descodificar el contenido genético y el mensaje espiritual de un enemigo invisible, que ha puesto de rodillas a la humanidad que busca desesperadamente el reencuentro en la simpleza de compartir con humanidad los pequeños detalles y principios, que sustentan la unión de la familia.

El VIH Sida fue una respuesta a la promiscuidad desbordante de la humanidad, rompiendo la intimidad pudorosa que encierra una verdadera relación natural heterogénea en el amor limpio.

De ahí la valoración en cada amanecer de reconocer que una palabra de aliento entre nuestros seres queridos, vale más que lo que cuesta acumular riquezas que a la postre no llenan el vital espacio de la conciliación y el respeto a la vida. Frente a esta pandemia, es hora de caminar por senderos de probidad, con el compromiso de superarnos en la calidad de vida que significa dar sin recibir y recibir lo que justamente merecemos por nuestro esfuerzo y nuestra fe en llegar al Creador, quien en lo alto del Sinaí nos ordenó respetar sus Mandamientos, para alcanzar el renacer del espíritu en la vida eterna.