Los desafíos impostergables
J oe Biden se convierte en el primer presidente estadounidense que se juramenta con Washington totalmente militarizada para protegerlo de quienes creen que él será un gobernante “ilegítimo”.
Con 48 años gobernando, entre el Senado y la Casa Blanca, Biden tiene experiencia explicando por qué los demócratas no cumplen sus promesas, pero ahora debe cumplirlas. Biden debe arrancar con cinco prioridades: enfrentar la pandemia, reunificar la nación, luchar contra la pobreza, reformar el sistema migratorio y promover la armonía racial.
La lucha contra la pandemia contribuye a reunificar el país, igual que la lucha contra la pobreza, pero la reforma migratoria y la armonía racial profundizarían la división.
Su situación es más difícil con dos legados indiscutibles que dejó Donald Trump. Primero, cumplió casi todas sus promesas. Demostró que, con voluntad política y el poder, se pueden cumplir las promesas. Y Trump no envió un solo solado estadounidense a morir al extranjero.
Las guerras siempre han reunificado este país, pero ahora está un poco difícil fabricar una. Biden tendrá que iniciar acciones contundentes contra la pobreza, quizá desenterrando la vieja “Guerra Contra la Pobreza” de Lyndon B. Johnson en los 60.
Tenemos 140 millones de pobres en la nación más rica del mundo, que esperan de Biden acciones concretas contra la pobreza.
Luchar decididamente contra la pobreza, le dará apoyo de blancos, negros, latinos, nativos, la pobreza ciertamente no discrimina razas, arropa a todos por igual.
Las otras dos prioridades, tan impostergables como la lucha contra la pobreza, ciertamente contribuirán con profundizar la división nacional.
Reforma Migratoria
Bill Clinton inició la construcción del muro fronterizo, George W. Bush lo continuó y Barack Obama deportó 3 millones de indocumentados. Todas esas acciones le ofrecieron a ellos el apoyo político de la ultra derecha, aunque proyectaban una imagen “liberal”.
Ellos cosecharon beneficios políticos del populismo derechista anti-inmigrante, pero criticaron que Trump lo asumiera como plataforma política. Tener “amores escondidos” con la ultraderecha, como lo hicieron Clinton, Bush y Obama, es lo “correcto”, pero “contraer matrimonio en público”, como lo hizo Trump es “deplorable”. Para los xenófobos y racistas, los indocumentados son delincuentes que violaron las leyes, además de no ser “blancos”.
Biden tendrá que promover la reforma migratoria de entrada, pésele a quien le pese. Una reforma migratoria coherente debe incluir una amnistía y garantizar vías seguras a la ciudadanía. Ambas propuestas alejarán a Biden aún más de la ultra derecha, profundizará la división nacional.
El 57% de blancos que votaron por Trump no apoyarán la reforma, pero Biden y los demócratas tienen esa deuda con el 67% de latinos que votaron por ellos. Como hay pocas posibilidades de que Biden cambie la mentalidad de los blancos, quizá opte por reasegurar el apoyo de los latinos. Si la reforma migratoria amplía la división de la nación, la otra prioridad impostergable profundizará aún más las divisiones naciones.
Armonía Racia
l En 1619 trajeron a los primeros africanos para esclavizarlos en Estados Unidos, hoy los descendientes de esclavos llevan más de 400 años de promesas de igualdad incumplidas.
El trabajo esclavo, durante más de 200 años, fue la fuente de acumulación originaria de las grandes fortunas de esta, la nación más ricadel mundo. Los descendientes de esclavos, sin embargo, solo tienen pobreza súper abundante y discriminación. Hoy si un descendiente de esclavo desarmado le huye a la policía, lo matan de varios disparos por la espalda.
Cuando un grupo de hombres blancos armados asaltó el Congreso, la seguridad congresual huyó, no los enfrentó. Históricamente los blancos le deben a los negros, pero 400 años promoviendo la supremacía y los privilegios de los blancos dificulta cualquier intento de igualdad racial. Convencer a quienes llevan siglos disfrutando de los privilegios consagrados a los blancos, de que ahora deben vivir en equidad, para ellos sería como una brutal opresión.
El 87% de los votantes negros votó por Biden, resulta impostergable, 400 años después, una acción político-económica clara desde el poder para promover la igualdad racial.
Para promover todos estos cambios, Biden también debe revertir la terrible crisis económica que vivimos, como telón de fondo y consecuencia de la pandemia. Biden debe actuar rápido, sin espacios ni tiempo para cuentos, ni justificaciones para guerrar; en cuatro años Trump cumplió casi todas sus promesas y no hizo guerras. Ciertamente Biden la tiene muy difícil.