Vacunas sí, ¿Ivermectina no?

La gente debe dejar de auto-medicarse, es­pecialmente en medio de es­ta pandemia de Covid-19 y cuando el gobierno de Luis Abinader y Raquel Peña ha incorporado a 2 millones de dominicanos más a la se­guridad social, cubriéndo­les hasta en 80% los servi­cios privados de salud y en 100%, los públicos.

Ante el tema, bien ha hecho el Ministro Plutar­co Arias al ratificar el di­lema en que la propaga­ción del SARS-Cov2 y la Covid-19 han colocado a los médicos del planeta.

El Ministro respondió la interrogante sobre la Ivermectina desde la dua­lidad que lo define: como médico y como autoridad sanitaria.

Como neumólogo, acu­muló un saber y habili­dades clínicas, derivados de su experiencia: obte­ner positivos resultados en sus pacientes trata­dos con ese fármaco, se­gún escribió en su cuenta de Twittter. Como no hay medicamento aprobado, específicamente (resalta­mos la palabra), para curar la Covid-19, los médi­cos han tenido que tomar decisiones a partir de su capacidad y experiencia (clínica), para salvar la vida de las personas in­fectadas.

Incluso un extenso, des­criptivo y laudatorio en­sayo sobre la Ivermectina publicado como teoría a comprobar en “Tendencias en Parasitología”, de Cell­Press, el 11 de noviembre 2020 y, con acceso libre, el 1ro de enero 2021, alerta que “Se requiere precau­ción antes de extrapolar estos experimentos preli­minares de reposiciona­miento al uso clínico” de este compuesto.

Los autores (J. Richard Martin y colaboradores) consignan que son altas las dosis requeridas pa­ra contrarrestar el Sars-Cov2 y otras enfermeda­des.

Establecieron la toxi­cidad del fármaco en 24 mil microgramos y alertaron que en gran­des sobredosis puede “atravesar la barrera he­matoencefálica y produ­cir efectos depresores en el sistema nervioso cen­tral”.

No es seguro, por tan­to, que la gente consuma Ivermectina por la libre. Sólo los médicos pueden establecer en qué dosis es segura para cada pacien­te.

Es hora de confiar más en los médicos y en los centros de salud naciona­les.

La baja mortalidad que está produciendo la pan­demia en el país se debe en mucho a sus esfuer­zos, capacidad y dedica­ción.

Lo importante ahora es mantener las medidas de prevención comunicadas sobradamente: higiene, distanciamiento físico y uso de mascarillas.

Se trata de que las co­munidades incorporen la prevención en salud co­mo práctica cultural interiorizada; que todos contribuyamos a la in­munidad de rebaño, va­cunándonos. Hacia allí se avanza, pues entre el 30-35% de la población está contagiada y, sin embar­go, hasta el 09 de enero 2021, las infecciones ac­tivas fueron el 0.4%. Así, el 1.23% de los infecta­dos ha demandado aten­ción médica.

Las vacunas aprobadas han demostrado una alta efectividad como afirman acreditados especialistas y documentan importan­tes ensayos clínicos aco­gidos por las autoridades de salud estadounidenses y europeas.

Es esperanzador que aunque la Covid-19 va camino a ser endémica y la inmunidad de rebaño no se logrará en el 2021, según la OMS, semanal­mente surgen terapias alternativas y los cientí­ficos trabajan identifican­do los medicamentos ya aprobados que podrían controlar los efectos de la Covid-19 o evitarla.