POLÍTICA Y CULTURA

Una carta a Arlette que le escribí antes de morir

Querida Arlette Fernández: Muy importante el documento inédito que me acabas de enviar, es un texto para esclarecer un hecho trascendente en la lucha por la democracia durante los días heroicos de 1965.

En la misma Bosch confirma la misión original de Rafael en Santo Domingo, incluso, Bosch llama a Fernández Domínguez, irreemplazable, insustituible.

Y a la vez, Bosch denuncia a su amigo Luis Muñoz Marín, que el embajador W. Tapley Bennett les dijo a las tropas opuestas a las fuerzas constitucionalistas, que podían contar con su ayuda para combatir a los rebeldes, “no importa que se estuviera negociando”.

Estamos hablando del 11 o 12 de mayo de 1965. Es a partir del día 13 de mayo que se inicia la llamada “operación limpieza” en la zona norte de la ciudad, para liquidar a los comandos constitucionalistas.

En este valioso texto, Bosch le pide a Muñoz que se comunique con Washington para denunciar la actitud de Tapley Bennett, lo que puede sugerirse como que llamara a los amigos asesores de Johnson, que estaban patrocinando la “fórmula Guzmán”, o al propio Johnson, suponiendo que Tapley Bennett estaba actuando por su cuenta. Bosch le dice a Muñoz Marín que las “negociaciones deben culminar cuanto antes”, cuando habla de los “negocios cortos”, lo cual es muy importante, porque, como consecuencia de la muerte de Rafael, ocurrida el 19 de mayo, se suspenden las negociaciones

Lo que no sabía y ahora lo supe, es que fue Tapley Bennett, en coordinación con el Pentágono, quien dio las órdenes a Palmer. Tanto Tapley Bennett como Palmer, mintieron al presidente Johnson sobre ese tiroteo, cuando Johnson reaccionó preocupado por la muerte de Rafael, debido a la misión que Bosch le había encomendado para la materialización de la “fórmula Guzmán.

Yo no me explicaba, por qué la esposa de Johnson escribió que Johnson no pudo dormir la noche del “19 de mayo” y la madrugada del 20, preguntándose en voz alta por qué habían asesinado por la espalda a Fernández Domínguez.

Por otro lado, Palmer mintió, y dijo que los rebeldes habían atacado a las tropas en la 30 de marzo, y que éstas lo que hicieron fue responder a la agresión. Johnson, que de tonto no tenía un pelo, les dijo a los asesores que lo rodeaban, que era muy extraño, que “el coronel de Bosch”, así lo llamó, fuera muerto por la espalda, si supuestamente estaba atacando a las tropas norteamericanas de frente.

Johnson estaba preocupado porque sabía que la muerte de Rafael era la muerte de la “fórmula Guzmán”, auspiciada por los asesores liberales y Muñoz Marín, para salir del atolladero de la invasión. Y Tapley Bennett, Bruce Palmer y el Pentágono, sabían, que matar a Fernández Domínguez, echaba por tierra los esfuerzos y las reuniones en la casa de Muñoz Marín, para reponer la Constitución del 63. De ahí la afirmación de Bosch en ese documento, señalando la necesidad de acelerar el fin de las negociaciones de paz, cuya puñalada trapera fue la muerte de Rafael.

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