Opinión

PEREGRINANDO A CAMPO TRAVIESA

La ruta hacia la guerra de independencia americana

Manuel Pablo Maza Miquel, S.J.Santo Domingo

Las colonias inglesas en la costa atlántica de la América del Norte representaban “en el siglo XVIII la más importante colonia de población del mundo” con una extensión que sobrepasaba 2000 kilómetros. (M.B. Bennassar, y otros, Historia Moderna, 2005, 1003 – 1020).

Gran parte de los colonos que poblaron estos establecimientos en el siglo XVII, especialmente la Nueva Inglaterra, eran puritanos, es decir, protestantes calvinistas que rechazaban a la Iglesia oficial anglicana por considerarla demasiado cercana al odiado catolicismo y su papolatría. Como se sabe, los puritanos fueron activos participantes de las revoluciones que llevaron al ajusticiamiento de Carlos I en 1649 y a la expulsión del católico Jacobo II durante la Revolución Gloriosa del 1689.

Estos colonos ingleses radicados en la costa Atlántica de la América del Norte fueron adquiriendo una experiencia política pues “las colonias británicas en el norte de América se organizaron en el siglo XVII sobre la base de asambleas políticas cuyos miembros eran elegidos por quienes tenían bienes raíces y era considerados “hombres libres””. Cada colonia contaba con una ley fundamental (frame of government) que definía las autoridades y sus competencias, entre ellas el ejercicio de un limitado poder legislativo por parte de las asambleas de colonos.”

La mayoría de los colonos suscribía estas garantías: seguridad física, protección de la propiedad, derecho de asociación y la protección de la ley.

Durante los siglos XVII y XVIII hasta después del 1763, en estas colonias no intervenían ni la Corona ni el Parlamento británicos (Miguel Artola y Manuel Pérez Ledesma, Contemporánea. La historia desde 1776, 2005, 41).

Las colonias inglesas hubieran continuado divididas, de no haber necesitado unirse para enfrentar el peligro indio, la rivalidad comercial holandesa y francesa y las medidas tiránicas de los ingleses. Por mucho tiempo no tuvieron conflictos con las otras colonias, pues hacia el oeste disponían de todo el espacio que pudieran captar, la frontera se movía continuamente.

Todo esto iba a cambiar. Primero vino en1754 la guerra en la frontera entre los colonos ingleses y los franceses, que continuó en la llamada Guerra de los Siete Años (1756 – 1763), entre Francia e Inglaterra. El tratado de París de1763 trajo la paz, reconociendo la victoria británica. Luego vino otra guerra y un desastre para los engreídos ingleses.

El autor es Profesor A sociado de la PUCUCMM mmaza@pucmm.edu.do

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