Experto en derogar y retirar

El gobierno del cambio se hizo ex­perto en derogar decretos con nombramientos de la gestión an­terior. El antiguo uso era desig­nar y en uno de los artículos decir a quien sustituía.

Incluso, si fuera el caso, especificar renun­ciante.

El nuevo librito es muy amigo del morbo y abona su causa de manera admirable, reve­lando identidades y posiciones desconocidas.

Aunque en ocasiones fue puesto en apuros y hubo de poner en movimiento una opera­ción destinada a salvar al soldado Ryan. Hijos de fulano y de zutano fueron rescatados con los leños ya prendidos y la hoguera cogien­do fuego. La nobleza de la amistad, socorro oportuno. El gobierno del cambio ahora de­muestra que también es experto en retirar militares, y de un solo plumazo se llevó 38 generales y 32 coroneles. Ese remeneón no solo se veía venir, sino que era necesario. Danilo Medina no ascendió a muchos, pero tampoco sacó.

O por lo menos no suficientes.

En el 2013 hubo algo, pero esa cirugía es­taba pendiente, y ninguna circunstancia me­jor que la mudanza en los mandos.

Cuentan que podría haber alegría por par­tida doble. Contentos los que se van, eufó­ricos los que se quedan, pues la verdad que unos viejos en el servicio y otros con hambre de rangos. Aunque no se conoce la intimidad de la medida, si la idea es reducir el número de altos oficiales, o crear espacios para colo­car la camada fiel al régimen.

Aun cuando se avanza mucho en la institu­cionalidad, los guardias todavía tienen due­ños. Los pensionados, se suponen, guardias de Danilo. Los que sean promovidos guardias de Luis. Tampoco se sabe cómo fueron ras­treados o discernidos, pues si fue por antigüe­dad, tienen que seguir buscando, y buscando bien. Dicen de uno que tiene 47 años en su institución, que hace mucho ocupó un man­do, pero que ahora tiene cercanía con el jefe del Estado.

Un guardia no cuida a otro guardia, pero si se cuida a sí mismo, y no quisiera que lo sor­prendieran afilando cuchilla para la garganta de un compañero.

Mucho más si tiene filiación o amparo de poder.