¿Luz en el túnel?

Hay aspectos sobre el inicio de la actual pandemia de Covid-19 de los cuales todavía no se establece su precisa claridad. ¿Se inició en diciembre, tal vez en noviembre, o aun antes en China? En República Dominicana recibimos el primer infectado a finales de febrero y confirmamos su condición, ya entrado marzo. El virus no se ha dejado auscultar mucho y se ha hecho difícil predecir el curso de sus manifestaciones. Lo que ha quedado claro es que su nivel de infección es muy alto.

La experiencia de tratar el virus ha ido creando un manejo terapéutico mejorado, que en nuestro país ha atenuado el número y porcentaje de fallecimientos. En Estados Unidos no ha sido así. Resulta obvio que el manejo ha resultado inadecuado, produciendo cantidades exageradas tanto de contagios como de fallecimientos liderando al mundo en esos aspectos. Alguien es culpable.

El grado de alarma suscitado por la tragedia ha provocado un esfuerzo mancomunado para buscar una solución a la situación: La vacuna. El conjunto de esfuerzo, aplicación de ciencia y tecnología y financiamiento adecuado ha logrado lo que ahora luce como una oferta múltiple de solución.

Al menos una docena de compañías ya aseguran tener una vacuna adecuada para detener el progreso continuado de este virus. Sin embargo, esa luz que comienza a proyectarse en este oscuro túnel del Covid-19 no deja de ser una puesta a prueba de estas ofertas de solución.

Habrá que ver los resultados que comiencen a mostrarse una vez estas vacunas entren en función. Ya el Reino Unido aprobó el inicio de la vacunación masiva para esta próxima semana. Alemania está creando centros de vacunación para comenzar a aplicar las vacunas con un periodo de observación de quince minutos a cada persona vacunada.

En Estados Unidos el Alcalde de los Ángeles acaba de pedirles a la población que por lo agresivo de las infecciones actualmente deben cancelar todas sus actividades de reuniones con otras gentes tanto fuera como dentro de su hogar, algo casi inaudito. Médicos observadores ya predicen que las festividades de fin de año producirán decenas o centenas de muertes por el virus para los meses de enero y febrero, tiempo que coincidirá con los mayores niveles de aplicación de las nuevas vacunas. Si las vacunas resultan efectivas, la luz del túnel podría verse fulgurante el próximo verano. Ojalá que así pueda ser...