Pruebas PCR y terapia inmunológica para frenar la Covid-19

Es ampliamente conocida la im­portancia del sistema inmu­ne como prin­cipal ejército de contención de enfermedades, inclui­das las pandémicas, como la Covid-19 causada por el SARS-Cov-2.

Continúan incrementan­do los estudios al respecto y sobre otros tópicos de im­portancia para las ciencias de la salud.

Es formidable la alinea­ción de la comunidad cien­tífica en esta batalla contra la Covid-19. Casi la mitad de los artículos publicados es­te año por “Cell Press” ver­san sobre SARS-CoV-2 y la Covid-19, “un tema que no existía hace un año”, infor­man sus editores. Para ellos, tales temas también han ocupado “más del 11% de las presentaciones” que han recibido. Es halagüeño que, ante tal incremento, la in­vestigación en otros campos tampoco haya disminuido. “De hecho —afirman—, las presentaciones de trabajos no pandémicos a Cell han seguido creciendo al ritmo de años anteriores”.

En tal fluir, el enfoque de terapia inmunológica con­tinúa adquiriendo relevan­cia.

En un artículo acepta­do para prensa y publi­cado en línea el 13 de no­viembre por Cell Press en su repositorio Covid-19, Vincent Feuillet y colabo­radores (Bruno Canard y Alain Trautmann) propo­nen que “los tratamientos eficaces de los pacientes con COVID-19 deben com­binar antivirales e inmuno­moduladores”.

Sugieren, también, que “Esta combinación y, espe­cialmente, el uso de inmu­nomoduladores, podría adaptarse según el estadio de la enfermedad”.

Lo proponen al consi­derar (y documentar su­ficientemente) que “En­tre los medicamentos antivirales reutilizados que se están probando ac­tualmente contra la CO­VID-19, ninguno muestra una alta potencia”. Postu­lan, entonces, “que la res­puesta inmune antiviral innata dependiente del IFNα/β(Interferón alfa/beta) contra la infección por SRAS-CoV2 debería amplificarse mediante dos enfoques putativos: “la in­hibición de la señalización del Factor de crecimiento transformante beta y, qui­zás, la administración de 1,8” de una pequeña mo­lécula capaz de amplificar una respuesta inmune.

Argumento que incre­menta el consenso sobre la importancia del diagnósti­co temprano, durante es­te sugieren terapia con “un fármaco para potenciar el IFNα/β”, para reducir el riesgo de manifestación de tormenta de citocinas”. En caso de agravamiento, con­sideran que “la nueva com­binación debe priorizar la orientación de la tormenta de citocinas”.

Los autores postulan que “solo si se optimizan los diagnósticos precisos en el manejo de los pa­cientes infectados, se pue­de reducir la morbilidad y la mortalidad en una pan­demia viral”, por tanto “la identificación y detección de marcadores tempranos de infección, así como el muestreo normalizado pa­ra protocolos PCR deben convertirse en una rutina estándar”.

En sus palabras: “La res­puesta antiviral natural, dependiente de IFNa, es decisiva para bloquear la propagación del virus en el tejido infectado”.

Documentan que, “en comparación con los con­troles, recientemente se in­formó una reducción al do­ble de la mortalidad a los 28 días de los pacientes con COVID-19 grave que recibieron inyecciones in­travenosas de IFNα. Una segunda opción puede ser desencadenar la respuesta de IFNa/βendógena que ha sido atenuada por el vi­rus” y describen cómo los médicos pueden hacerlo.

En síntesis, proponen: detección temprana y tera­pia inmunitaria para con­trarrestar la enfermedad y mortalidad por la Co­vid-19.

Razones suficientes pa­ra que la gente respalde los operativos de detección de SARS-Cov-2 que el Minis­terio de Salud Pública, rea­liza preventivamente en centros comerciales y ba­rriadas.