CONTROVERSIA
Crisis profunda en Estados Unidos
La gran prensa de Estados Unidos ha proclamado a Joe B i d e n c omo Presidente electo de Estado Unidos sin que su oponente Donald Trump le haya concedido victoria, ni haber sido proclamado por los órganos electorales competentes, en base a cómputos definitivos, hecho sin precedentes en la historia de ese país.
El Presidente Trump por su parte ha dicho que ha ganado por mucho en votos legales y que luchará en las Cortes para hacer prevalecer lo que él llama voto honesto de los norteamericanos.
La crisis post electoral es un hecho hoy en Estados Unidos. El Ex- Presidente Obama, una mente brillante que ve después de la curva, ha felicitado a Biden al tiempo de expresar una profunda división del pueblo norteamericano. Obama se da cuenta de que su pueblo está dividido en dos.
Trump logró votación histórica de más 72 millones, más de 10 millones de su votación del 2016, con el apoyo de una importante franja de minorías hispanas y afroamericanas.
Las grandes cadenas de televisión de EU, en su desesperación por derrotar a Trump, han iniciado la censura del Presidente y de importantes comentaristas que lo han apoyado. Esa censura contribuye a radicalizar de las posiciones de los 72 millones que votaron por Trump. El que quiere acallar voces y libertad de expresión busca esconder algo: La verdad.
Estoy convencido de que la única forma que tiene el pueblo norteamericano de unir las dos mitades en que está hoy dividida esa nación es esclarecer lo que ocurrió en los Estados claves en los cuales el Presidente Trump alega que hubo fraude.
Sólo la verdad unirá el pueblo norteamericano y dará legítimidad al gobierno que iniciará el próximo 20 de enero.
Si Biden ganó limpiamente es a quien más le conviene que los alegatos del Presidente Trump sean conocidos y dilucidados por la justicia; que quede claro frente a los 72 millones que no votaron por él.
Si, por el contrario, los demócratas y Biden se niegan a auditar el voto por correo y dejan las denuncias de fraude en nebulosa, vendrán duros momentos de radicalización en la sociedad norteamericana.
Ojalá que Dios los guíe y todo se aclare. El que ganó limpiamente, ganó. Lo que está en juego es la democracia de Estados Unidos y la credibilidad de su sistema electoral.