EN POCAS PALABRAS
La visita del presidente a Barahona
La visita el pasado lunes del presidente Luis Abinader a Barahona, fue constructiva, oportuna y necesaria. Desde el inicio de su administración, el jefe del Estado emprendió camino hacia el suroeste que es la parte de nuestro territorio más pobre, falta de oportunidades y desarrollo. El Primer Mandatario dejó iniciado los trabajos de remodelación y ampliación del puerto de Barahona para su transformación en esclusa Multi-Funcional, infraestructura portuaria llamada a convertirse en un estratégico punto en el mar Caribe para carga, transbordo de mercancías y vigilancia marítima a las organizaciones criminales y de narcotráfico que circundan en el Caribe Sur. En su toma de posesión, Abinader fijó su mirada al suroeste, reconociendo el potencial de la costa Barahona-Pedernales como área de fomento comercial de un turismo de playa, montañas y ríos, combinando la diversidad y la protección del medio ambiente. El anuncio del desarrollo de Bahía de las Águilas fue una de sus primeras decisiones como jefe del Estado y que marca un despegue hacia un mejor destino y progreso económico de esa zona reconocida como la Costa Sur dominicana. Pidió también acelerar la Presa Monte Grande. No pasó por alto el mandatario la grave situación de las usurpaciones e invasiones de terrenos privados por parte de bandas que operan al margen de la ley sin que sean detenidos o encarcelados. Sin embargo, la prensa capitalina hizo mutis de sus importantes declaraciones sobre esta problemática. Dijo el gobernante que instruiría al jefe de la Policía y otros mandos militares, para poner fin a dichas ocupaciones que afectan no solo la potencialidad turística, sino también el desarrollo de la economía agropecuaria y otras actividades productivas. La semana pasada, el máximo dirigente de la Asociación de Comerciantes e Industriales de Santiago (ACIS) Sandy Filpo, instó al Congreso Nacional a reformar el Código Procesal Penal para castigar severamente las invasiones de terrenos y erradicar esas prácticas criminales que afectan el clima de inversión y el derecho de propiedad privada.