Opinión

Rompan el barril

Cristhian JiménezSanto Domingo

El presidente Luis Abinader envía el mensaje correcto sobre el uso racional y prudente del dinero del contribuyente, pero muchos de sus compañeros de partido rehúsan escucharle.

El mandatario renunció a los gastos de representación desde el primer día de gestión y designó funcionarios independientes en la oficina que organiza y vigila las contrataciones públicas y en el ministerio público, que persigue a quienes incurren en irregularidades en el uso de fondos oficiales.

Lo que debió ser emulado y saludado generó quejas de funcionarios que pretenden proseguir ventajosos negocios con el Estado y de otros que heredan o articulan mecanismos de dudosa legitimidad para ampliar sueldos que en algunos casos superan más de cincuenta veces el salario mínimo oficial.

Los perremeistas que, en la oposición, cuestionaron los clientelares “barrilito” y “cofrecito”, al lograr mayoría en ambas cámaras legislativas olvidaron aquellos ímpetus moralizantes y ahora repiten gastadas justificaciones acerca de “ayudar a los pobres” en ausencia del Estado.

Dos aliados del PRM en el Senado, el presidente del hemiciclo, Eduardo Estrella y Antonio Taveras Guzmán renunciaron formalmente a los fondos de asistencia. La perremeista Faride Raful planteó redireccionar los recursos hacia el pago de técnicos que le asesoren como senadora del Distrito Nacional. El rechazo a esa opción ha sido casi unánime, al apreciarse que de alguna manera se validaría el viciado esquema.

En la Cámara de Diputados, José Horacio Rodríguez y Pedro Martínez, postulados por Alianza País cumplieron sus promesas de campaña y línea partidaria de rechazo a los fondos. Igual actitud asumió Juan Dionisio Rodríguez Restituyo, del Frente Amplio.

Representantes de los Partidos de la Liberación Dominicana, Reformista Social Cristiano y Fuerza del Pueblo han defendido la vieja práctica y en algunos casos proferidas descalificaciones insultantes contra quienes rechazan la clientela electoral con fondos del contribuyente.

Este año “cofrecito” y barrilito” sangraron el erario con unos 1,200 millones de pesos, suma cercana a los 1,260 millones consignados en el presupuesto del 2021 para el financiamiento de los partidos.

Abinader aprovechó un mensaje al país con motivo de los primeros dos meses de su mandato para informar que donaría su sueldo cada mes a una causa social y anunció que planteará al Congreso Nacional la reducción al 50 por ciento del financiamiento partidario para apoyar a la universidad estatal.

El discurso presidencial luce una respuesta a la resistencia partidaria a asumir un mínimo sacrificio ante la crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19.

“Los sacrificios que hace el pueblo dominicano, tienen que ser acompañados por los de sus representantes públicos. Esa es la mejor manera de servir a nuestro país”, precisó.

El mandatario, que ya probó la sensibilidad de un amplio sector de su base de apoyo cuando intento pasar una “reformita” fiscal en el presupuesto del 2021, trata de ser empático con sectores golpeados por la crisis, enfatizando el eficiente y transparente uso de los recursos públicos y manteniéndose abierto al liderazgo nacional.

El expresidente Leonel Fernández, líder de Fuerza del Pueblo adelantó el jueves último que podrían ocurrir convulsiones sociales en el 2021 en numerosos países. Planteó que el momento actual es de unidad nacional.

Abinader, sin el liderazgo absoluto en el PRM y ,afortunadamente, carente de la catadura de jefe faccioso, parece esforzarse para que su partido, resultante de terribles luchas grupales, sintonice con los nuevos paradigmas de la actividad partidaria y del ejercicio del poder.

Quizás quiera evitar la frase de Fernández a sus viejos compañeros al ser desalojados del poder en el año 2000: “Los que no saben porqué perdimos es porque nunca entendieron porqué ganamos”.

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