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Impuestos: no hay rechazo, sí demanda de justicia
El “rechazo” ciudadano a la propuesta de incluir algunos impuestos en la Ley de Presupuesto para el año 2021 para financiar el déficit fiscal previsto en tal período no es, en absoluto, negativa irracional a una acción de este tipo por parte del gobierno del Presidente Luis Abinader y la vicepresidenta Raquel Peña.
La mayoría de quienes en redes sociales, medios impresos, televisivos y radiales, más que manifestar oposición, solicitan que la balanza impositiva incorpore el sentido de justicia que el gobierno instalado hace 54 días está desplegando en los ámbitos anti-corrupción y otros.
Lejos de integrarse a esa oposición altamente desacreditada, sacada del gobierno, las gente desea un gobierno alineado a sus reclamos y ver que se cumplen las promesas electorales de #ElCambio.
Antes que oposición al gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), lo apabullante y común en las opiniones es el consenso: financiar el déficit con la recuperación, vía justicia, de los recursos embolsillados por quienes se determine desfalcaron el gobierno del Estado durante las gestiones de los pasados 16 años. Otro reclamo unánime es eliminar —al menos durante el periodo de crisis causada por la pandemia del Covid-19— los beneficios y sobresueldos de congresistas y ciertos funcionarios.
En esta demanda el PRM sale bien acreditado ya que varios congresistas y ediles de #ElCambio renunciaron, motu proprio, a tales beneficios laborales. Lo que invita a los demás a emular tal conducta, al menos durante la crisis sanitaria.
Se sabe, porque ha sido sobradamente cuantificado, que frente al déficit general consolidado del Gobierno dominicano para el 2021 (RD$143,013.97 millones) esos beneficios congresales son insignificantes, aunque políticamente han adquirido la fuerza simbólica de lo ético y equitativo.
Otros piden eliminar las exenciones concedidas en momentos de fomento industrial necesario a favor de empresas que ya han devenido en iniciativas privadas rentables.
Salvo esas organizaciones privadas señaladas en el referido proyecto de ley y que durante la pandemia han visto crecer sus operaciones y rentabilidad, el tema empresarial es delicado, debiéndose determinar a cuáles sectores ha afectado más la pandemia del Covid-19, para socorrerlas.
El gobierno está diciendo que con una presión tributaria del 13.5%-14% no son posibles la gobernabilidad ni la gobernanza ante la crisis y el costo anual de una deuda igual al 16.4% del gasto presupuestado. La propuesta es incrementar ese techo hasta el 18%-19%, para que la crisis sea superada y el crecimiento económico con desarrollo real prometido, articulado.
Invitamos a observar el objetivo de la propuesta: mantener o mejorar la estabilidad macroeconómica.La gente debe saber que, ante cómo resolver la crisis, el país está en un dilema sin solución graciosa: con impuestos o sin ellos, continuará afectando económicamente a todos, por dos razones.
Primero: si se aprueban, aumentarán de precio algunos bienes y servicios consumidos por ricos, clases medias y empleados de nivel medio y superior que realizan transacciones en moneda extranjera.
Segundo: si no se aprueban, el dólar encarecerá, el país caerá en falta ante organismos crediticios, los servicios públicos reducirán y se devaluará más el peso, afectando a todos, más gravemente y por igual.
Hora de ser flexibles y creativos.